Día 5 en Cannes. Vuelve la lluvia a importunar a los festivaleros mientras se forman para intentar entrar en las salas, muchas veces con más de una hora de espera. Para esta edición, tenemos claro con Carlos que tenemos que ver la futura Palma de Oro y nos volcamos en la Competición Oficial. Hoy, dos claros aspirantes. A un lado, el español Pedro Almodóvar, ya convertido en un clásico, al que se le resiste el principal trofeo de la competición desde hace años. En el otro, el francés Bruno Dumont, uno de los más destacados directores franceses actuales, representante del cine de autor más atrevido. Cada uno de los reporteros dio por vencedor a uno de ellos. Adivinen.
Antes de volver a encerrarnos en las salas oscuras como buenos zombis culturales, aprovechamos para visitar el mercado del filme, donde están representadas las empresas de producción, distribución y promoción. Nos pasamos por el stand de Japón para asistir a la presentación del Festival de Cine de Tokyo, que tiene preparada una ambiciosa edición para el próximo año.
Seguimos con el Festival Internacional de Cine de Los Cabos, que organiza una proyección de proyectos en proceso de filmación (Work in progress) en el mercado del palacio festivalero, Cabos goes to Cannes, evento acompañado por la directora ejecutiva Alejandra Paulín Albor y Director Artística Maru Garzón Polanco. En total fueron seis los proyectos exhibidos en la Sala J, ubicada en el cuarto piso del palacio. Nos detuvimos para terminar en el stand de promoción del cine brasileño, que nos acogió con una rica caipirinha. Gracias a ella, conseguimos combatir la lluvia de regreso a casa, y Carlos entiende por fin que tiene que dejar las alpargatas en casa.
