La Gualdra 382 / Río de Palabras
Mira, aquí hay un lugar para ti. No te confundas, no es en mi corazón, tampoco es en mis ojos o en el brillo que ellos producen. Mira bien, es aquí… en este espacio que ocupa todo mi cuerpo: es en él. En todo lo que lo compone, en cada uno de sus tejidos, en cada uno de sus poros; en todas las gotitas de mi sangre. Es aquí donde te espero, es aquí donde deseo que habites; que entres en él como si fuera tu casa, tu hogar. Para que permanezcas en él por siempre, para que tengas en él tu tumba, tu última morada.