■ Hay una confianza irracional de que la tecnología compondrá las cosas
La cultura de la producción y el consumismo se ha implantado a tal magnitud que la sociedad no reconoce que la existencia de la humanidad es el costo que se pagará por las afectaciones que ésta genera sobre el medio ambiente, afirmó Francisco Serrano, docente de la Unidad Académica de Filosofía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Refirió que en los últimos 30 años se ha liberado a la atmósfera más dióxido de carbono que desde la Revolución Industrial en el siglo 19, es decir, desde 1980 a la fecha se ha vertido a la atmósfera más dióxido de carbono de lo que se virtió en el resto de la historia de la humanidad.
“Tenemos información sobre cómo funciona el clima, cómo lo estamos afectando, los riesgos que hay para la humanidad. Esta información existe, pero simultáneamente el deterioro ambiental se ha multiplicado de manera exponencial y esta situación hace pensar que la educación por sí misma no puede ser la solución a la crisis ambiental, porque hay fuerzas sociales, económicas y culturales que logran derrotar al conocimiento y la información que tenemos incluso en relación con el futuro de la humanidad”.
EL DETERIORO AMBIENTAL SE HA MULTIPLICADO DE MANERA EXPONENCIAL
También manifestó la necesidad de cuestionar qué tendencias humanas logran imponerse sobre la verdad y los mejores intereses, además que en las últimas décadas las personas han cambiado su forma de vida, sus hábitos de consumo y de producción, y “seguimos anhelando cada año los nuevos modelos de autos y teléfonos. En general queremos producir más y consumir más”.
De acuerdo a Serrano, “el grado de afectación al medio ambiente demuestra que no nos importa realmente el costo que paguemos. Queremos siempre más y estamos dispuestos a pagar lo que sea y justamente lo que estamos pagando es la propia existencia de la humanidad”, agregó.
Comentó que hasta hace poco tiempo la evidencia sobre el cambio climático era concluyente solamente en los términos que la ciencia lo exige, es decir, como una probabilidad, una teoría o una simple exliplicación, pero no había una certeza contundente como la hay ahora.
Consideró que hay una confianza irracional de que un avance tecnológico compondrá las cosas de manera eficaz y definitiva, o de que los humanos podrán sobrevivir o bien que el problema sucederá para otros en otros lugares.
En Zacatecas, que hay problemas de contaminación muy severos provocados por la industria minera, y mientras las autoridades han pretendido minimizarlo, el problema es preocupante, por lo que se requiere una postura institucional sobre el cambio climático, concluyó Serrano.
