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viernes, 19 abril, 2024
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‘Y son nombres de mujeres. Antología de escritoras zacatecanas II’

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Por: SONIA IBARRA VALDEZ •

La Gualdra 377 / Literatura / Libros

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El próximo viernes 29 de marzo a las 19:00 hrs. en el auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, se llevará a cabo la presentación del segundo compendio Y son nombres de mujeres. Antología de escritoras zacatecanas, proyecto que realizan en colaboración el colectivo Líneas Negras y la Secretaría de las Mujeres (Semujer), comunidades comprometidas con el quehacer literario de las zacatecanas.

El propósito esencial de las fundadoras de Líneas Negras, Irene Ruvalcaba Ledesma y Sonia Ibarra Valdez, ha sido promover y difundir la literatura escrita por mujeres, sobre todo de las zacatecanas; en ese tenor, en el 2018, nació la idea de formar una antología que compendiara escritoras del estado de Zacatecas, con o sin publicaciones previas.

Como sucede en toda nueva empresa, se tocaron varias puertas y se hicieron diversas gestiones para hacer la antología posible, no fue hasta que, sin titubear, la Dra. Adriana Rivero Garza, titular de la Semujer, propuso que la impresión del ejemplar fuera subsidiado por la secretaría, dando como resultado una primera entrega donde participaron 20 literatas, haciendo tangible la idea inicial del colectivo.

La recepción del ejemplar superó cualquier expectativa; los lectores estatales, nacionales e internacionales hicieron comentarios y críticas propositivas que motivaron a que esta antología se realizara de forma anual. Así, en el mes de enero, Líneas Negras y Semujer convocaron nuevamente a todas las escritoras interesadas en ser parte del tomo II de Y son nombres de mujeres.

La respuesta fue sorpresiva: cerca de un centenar de mujeres enviaron propuestas para publicar, de las cuales fueron seleccionadas 28 escritoras que, de forma poética, narrativa o ensayística, entretejen y muestran diversas e intrigantes visiones del mundo a las que se puede regresar con cada lectura de los textos.

En la antología se pueden disfrutar los versos de las poetas Itzel Núñez, que alude al miedo existencial en sus “Estrellas”; María Fernanda Benítez Banegas que, con su “Par de lentes”, nos habla de un amor peculiar; Selene Salas Sánchez quien, en “Nocturna”, apuesta por una celebración del significado de ser mujer; Laura Sánchez Solorio en “En global calentamiento”, visión crítico-poética acerca del origen de los problemas ambientales; Verónica G. Arredondo en “Roma” y en “Que no se le niegue a nadie”, en cuya propuesta mezcla lo cinematográfico con lo poético; Olga Fabiola Romo Enciso en “Reconstrucción” y en “Amas a la mujer lobo que soy”, versiones del complejo vínculo amoroso; así como la prosa poética de Rebeca Vargas Tovar en “Hueyi atl” y en “Cihuamichin”, que transita entre la nostalgia y el erotismo femenino.

Al igual que en la poesía, dentro del género narrativo encontramos diversos títulos que dan cuenta de la diversidad temática de las escritoras zacatecanas, que rompen con el estigma y el tabú de que las mujeres sólo abordan tramas cursis, amorosas o sensibleras. Así, María de los Dolores Saucedo Torres retoma las peripecias de un “Maestro rural”, Isabel Rivera González a un “Señor Blanco” que promete volver, Luisa V. Vera que con una “Tenue Luz” nos muestra la vida y la muerte, Melissa Cerrillo y la noche más larga en “‘Estás densa, mujer’: creo que he cambiado molecularmente o sobre la liberté”.

Asimismo, Tere Burgos presenta en “Hace veinte días” cómo un acto puede cambiar de forma radical la vida de una joven; Elsa Leticia García Argüelles en “La barca y la neblina” acerca al lector a un reencuentro consigo mismo; Fátima Chávez Concha en “De noches y de monstruos”, enfrenta al espectador con sus peores temores; Andrea Jiménez Montalvo muestra lo paranormal en “El grito de Socorro”; Ma. Esther Escalante Galván en “Sofía”, Verónica Imelda Vázquez Torres en “¡Adiós, comadritas!” y María Guadalupe Reyes García en “Las manos de mi hermano” expresan la zozobra que deja la muerte a su paso.

Por su parte, Sharon Melissa Llamas Campos en “Romper el molde” muestra cómo puede, o no, cambiarse el estereotipo femenino; Brisa Elvira Navarro Hernández en “Un mundo dual” y Alba Monserrat Hernández Cervantes en “Contra el silencio” dan cuenta del dimorfismo entre hombre-mujer y ruido-silencio, respectivamente; Ana Valeria Badillo Reyes expresa lo fascinante y seductora que es la noche en “Cestrum Nocturum”; Alma Rosa Fernández en “Sentir profundo” enuncia lo doloroso y confuso que puede ser dar vida; por último, Sonia Medrano Ruiz en “La fábrica” y Hannia Yiribeth Valdez Sosa en “Siempre en mi mente, por siempre en mi corazón”, expresan la inocencia y el amor de los hijos hacia los padres y el desprendimiento del mismo.

En la antología también se pueden leer tres interesantes ensayos que dan cuenta de lo que es ser mujer desde diferentes ópticas: “La boca de la bruja, el pozo de la verdad” de Sara Andrade; “Verse desde otro ángulo, desde otro punto: psicología y literatura femenina” de Claudia Guadalupe Macías Ibarra, y “Modelos de mujer en Balún Canán de Rosario Castellanos” de Arlett Cancino.

Como se advierte, el lector encontrará y disfrutará en Y son nombres de mujeres. Antología de escritoras zacatecanas II un amplio espectro de formas y temáticas que abren el panorama y la perspectiva de la literatura escrita por mujeres zacatecanas.

 

 

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