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viernes, 29 marzo, 2024
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¿Quién mató a Colosio?

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Por: ÓSCAR GARDUÑO NÁJERA •

Colosio es una marca registrada de la impunidad. Quizás históricamente Colosio es un antes y un después de un país que aún lucha entre sombríos crímenes de Estado que parecen historias interminables donde la auténtica verdad nunca se monta encima de la verdad oficial. Y donde los autores intelectuales ahora mismo se carcajean lo mismo que el más sanguinario de los personajes de alguna de las obras de Shakespeare, quien acaso siempre fue consciente de que la realidad terminaría por superar cualquiera de sus dramas.

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Persisten las interrogantes. Hay miles y miles de páginas en el caso Colosio y al parecer todas repiten lo mismo: se trató de un asesino solitario. Nos creyeron tontos desde entonces. Nos siguen creyendo tontos. La figura de Mario Aburto pasó de la clandestinidad cotidiana a la popularidad inmediata como rockstar de un magnicidio. Para él su noche mil concluyó cuando comenzó su pesadilla. Hasta ahora es muy poco lo que realmente se sabe de este hombre porque la orden inmediata fue mantenerlo silenciado haciéndonos creer que no tenía nada que decir: el silencio ha mutilado los crímenes más atroces cometidos en un país como México, donde su clase política (toda) está tan embarrada de estiércol lo mismo que feroces cerdos dentro de un asqueroso chiquero. Y entonces continúan las interrogantes. Y entonces seguimos siendo los mismos idiotas e ingenuos de siempre, los que se tragan las peores historias cuando nos explican que en México no hay desaparecidos, ni fosas comunes, ni magnicidios perfectamente orquestados, ni ochenta millones de pobres, ni corrupción, ni intelectuales que se aferran a suntuosos e indignantes privilegios.

Se cumplen veinticinco años del magnicidio que oscureció la historia de México y es un buen pretexto para que la editorial Sexto Piso saque “Matar al candidato” (2019), cómic cuya autoría es de F. G. Haghenbeck en la parte narrativa, y Bef en la parte gráfica. Hay que señalar que la editorial Sexto Piso le ha venido apostando a propuestas de este tipo junto con su bella colección ilustrada de grandes clásicos de la literatura universal y el resultado consigue en ocasiones superar las expectativas en un país donde no se les pone atención por parte de la mayoría de las editoriales a los miles (quizás millones) de lectores de cómics. Para ellos es “Matar al candidato”. Bef asegura que “decidí intentar algo nuevo (en ‘Matar al candidato’). El resultado fue experimentar con estilos diferentes para cada secuencia, con los cambios de estilo en la fotografía de ‘Natural Born Killers’ como un lejano referente cinematográfico”. Por eso es que ustedes encontrarán en “Matar al candidato” una propuesta original que va del sencillo trazo más cercano al bosquejo de libreta a la explosión de colores con tintes entre ochenteros y noventeros (sin olvidar la original propuesta gráfica), lo cual, además, consigue adaptarse perfectamente a la historia y al soporte narrativo de Haghenbeck, que sin bien no nos presenta una de las historias más novedosas (tiene una que otra trampa) sí consigue llevar de la mano al lector por un entramado más cercano a estructuras cinematográficas: la historia de una chica, Elsa Cabrera, a quien se le encarga una investigación del magnicidio (mientras ella vive sus propias crisis), sin saber el final que dicha investigación tendrá cuando presenté los resultados. La investigación, además, sirve como buen pretexto narrativo para enumerar las principales interrogantes que giran en torno al magnicidio, desde la del asesino solitario, hasta los probables autores intelectuales con diálogos breves y puntuales.

Con la llegada de Obrador a la presidencia se nos ha dicho que muchos de los expedientes que antes permanecían con carácter de confidencial se van a abrir, entre ellos el del caso Colosio. En realidad dudo mucho que se dé a conocer el nombre del autor intelectual y dudo más que reciba un ejemplar castigo; por el contrario, creo que México continuará por los senderos de los crímenes que nunca se aclaran, de las desapariciones, de las víctimas del narcotráfico y del crimen organizado. Y quizás fue a raíz de la lectura de “Matar al candidato” que perdí todavía más las esperanzas. Triste, pero cierto. El libro ya se encuentra disponible en librerías y en la página web de Sexto Piso.

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