■ Sólo se está a la espera de obtener el registro patronal para poder manejar la nómina
■ La SAD se había encargado de realizar licitaciones de productos y servicios contratados
En tan sólo seis meses, cuando la proyección inicial era de dos años, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJEZ) realizó la transición de la antigua procuraduría a ser un órgano con autonomía. El director administrativo, José Antonio Milanés Rodríguez, aseguró que lograron ser rápidos pero también eficientes ya que se garantizó que los nuevos procesos funcionen.
Expuso que están a un paso de la autonomía plena, pues sólo esperan ya obtener el registro patronal para poder manejar la nómina de la fiscalía por cuenta propia y no depender de la Secretaría de Administración (SAD) de Gobierno estatal que actualmente continúa con esta facultad, aunque para el pago se utilice el presupuesto de la instancia de procuración de justicia.
Hasta ahora también la SAD se había encargado de realizar las licitaciones de los productos y servicios contratados por la fiscalía pero uno de los avances más recientes hacia la autonomía fue el de crear la unidad de licitaciones al interior de esta instancia.
El director administrativo informó que ya se han llevado a cabo las dos primeras licitaciones relativas a la compra de combustible y vales de papel, así como la adquisición de las pólizas de seguro del parque vehicular.
De manera previa, expuso, se capacitó al personal por parte de trabajadores de la SAD y la Secretaría de la Función Pública, además de que estas dependencias dieron acompañamiento a los actos licitatorios que ya se concluyeron.
Agregó que para transparentar más los procesos se involucró en ellos a todos los órganos fiscalizadores de la fiscalía entre los que mencionó al órgano interno de control, la contraloría interna, la fiscalía especializada en combate a la corrupción y a la unidad de transparencia.
Aparte de la integración de esta unidad de licitaciones, Milanés Rodríguez señaló que otro paso que se ha dado recientemente es el de crear el manual de contabilidad gubernamental de la fiscalía, debido a que es una obligación de los órganos autónomos contar con un documento de este tipo, de acuerdo a lo que establece la Ley General de Contabilidad Gubernamental.
La elaboración de este manual se prolongó durante seis meses y su objetivo, dijo, es establecer de manera precisa cómo debe llevarse la contabilidad al interior de la fiscalía y plasmar esta información en la cuenta pública de forma que los ciudadanos tengan la garantía de que el recurso se ejerce de manera correcta.
Aunado a este paso, el director administrativo añadió que una vez que se tuvo el manual fue necesaria asesoría para determinar qué sistema contable era el más conveniente para almacenar toda la información contable de la fiscalía.
Finalmente, decidieron que el “más novedoso” es el utilizado por otras instancias como la auditoría superior y los municipios por lo que se decantaron por él ya que les da la posibilidad de llevar un mayor orden y permite que la información esté disponible cuando se realice una auditoría.
