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miércoles, 24 abril, 2024
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100 días

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Por: Jorge Adán Hernández •

Después de 20 años de lucha, de constancia y de persistencia; después de un cobarde y fallido intento de desafuero; después de que Felipe Calderón se robara la Presidencia de la República en el 2006; después de la compra descarada del voto que le dio el triunfo a Enrique Peña Nieto en el 2012; con el poder económico y la oligarquía en contra; con una mafia del poder que utilizaba todos los medios a su alcance para impedir el cambio de régimen; en un escenario donde los medios de comunicación jugaban en contra; después de que el pueblo de México se cansara de tanta corrupción, impunidad y desigualdad; después de tres campañas electorales; por fin, Andrés Manuel López Obrador pudo ganar la Presidencia de la Republica en el histórico año del 2018. Con una victoria del 53% del electorado; 35 millones de mexicanos respaldando el cambio. Todos sabíamos y sabemos el gran reto y la gran responsabilidad que implicaría para Andrés Manuel el tomar las riendas de un país que se encuentra muy lastimado; que vive crisis de credibilidad política; un país donde las instituciones se convirtieron en herramientas de un grupo de poderosos. El gran triunfo obtenido en las urnas, se iba a traducir en una gran presión y una exigencia por parte de la sociedad, de ver lo más pronto posible, resultados notables del cambio de régimen. Era lógico y predecible que la oposición política (el régimen derrotado) y los medios de comunicación (no todos), tratarían de poner en contra del actual Presidente de México a toda esa ciudadanía que lo llevó al triunfo. Pedirían un cambio inmediato; tratarían de mandar el mensaje a la sociedad de que al final de cuentas, solo fue un cambio de forma en el gobierno y no un cambio de fondo. Exigirían la solución pronta de todo aquello que ellos mismos hicieron mal. Usted recordará que desde la toma de protesta de Andrés Manuel, cínicamente el PAN exigía la reducción de la gasolina. En fin, la presión de que el cambio fuera en automático era la única estrategia de la oposición. Por su parte, un sector importante de la ciudadanía, también querían ver el cambio en los primeros días de gobierno; la sociedad quería que en unos días se terminaran más de 80 años de malos manejos en el país. Tan lastimado esta nuestro México y tan desvirtuada está la vida pública del país, que sería imposible lograr un cambio inmediato; aun así, La Cuarta Transformación es real y ha logrado grandes cosas en los primeros 100 días de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

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En 100 días de gobierno, el principal mensaje ha sido muy claro; e incluso el mensaje y los hechos, han sido molestos para esos políticos tradicionales (que incluso algunos están dentro de las filas de La Cuarta Transformación) que pensaron que el triunfo del pasado 1 de julio era solo un “quítate tú, porque sigo yo”. Ha habido acciones muy determinantes en estos primeros 100 días de gobierno que indican que el cambio de régimen será una realidad. De las primeras acciones, fue la consulta ciudadana para cancelar el Nuevo Aeropuerto de la CDMX; acción que como lo dije en este mismo espacio de opinión, más que para decidir la cancelación o no del dicho aeropuerto, fue para demostrarle al poder económico que el Presidente de la República escucharía primero al pueblo que a los intereses de unos cuantos poderosos. Recordemos también, el compromiso cumplido de eliminar las pensiones a expresidentes, vender la flotilla de autos de lujo del gobierno, convertir la Residencia Oficial de los Pinos en un museo, eliminar los privilegios de la clase política (celulares, gastos médicos mayores, partidas discrecionales, viáticos excesivos etc) y la reducción de sueldos de los funcionarios incluyendo al Presidente.

Los cambios en la política han sido muy notables en estos 100 días de gobierno. Se están haciendo realidad frases tan memorables como la de “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre” o como la de “por el bien de México, primero los pobres”. La política de austeridad que impulsa Andrés Manuel, está dejando claro que la política y el gobierno no puede ser objeto de quienes quieran hacerse ricos de la noche a la mañana. Si hay cambios muy notables en estos primeros días de gobierno. Se están reconstruyendo las instituciones; el gobierno se está poniendo al servicio de la ciudadanía.
El ritmo de trabajo que lleva el Presidente y su gabinete, está provocando que todo el aparato de gobierno incluso la oposición, estén trabajando en pro a las mexicanas y los mexicanos. Aunque también hay que decir, que ese ritmo de trabajo, esa voluntad y congruencia de Andrés Manuel, ha exhibido a quienes dicen impulsar La Cuarta Transformación, pero que con su actuar demuestran ser más de lo mismo; sobre todo ha exhibido a algunos actores políticos que pretenden utilizar la 4T para beneficios personales y de familia. Pero en fin, en estos 100 días de gobierno, la gente sigue confiando en Andrés Manuel; repito en Andrés Manuel es en quien confía la sociedad. ■

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