■ Data del primer tercio del Siglo 19 y es la imagen más popular de esta devoción: Castillo
■ Desafortunado, el que no exista un inventario de estas manifestaciones en la entidad: historiadora
El primer ex voto del Santo Niño de Atocha es un óleo pintado sobre piel de cerdo que se conserva en la oficina del Rector del Santuario de Plateros. “El Niño Azul”, como lo ha identificado la investigadora Irma Faviola Castillo Ruiz, data del primer tercio del Siglo 19 y se reprodujo luego en estampas convirtiéndose en la imagen más popular de esta devoción, que probablemente tuvo su origen en uno de los 22 retablos sobre el ícono religioso que puede observarse actualmente en el Museo Zacatecano.
Castillo Ruiz ha encontrado que hay una correlación cronológica entre las estampas del Santo Niño de Atocha y la representación de esta imagen devocional en los ex votos.
“Se puede documentar a partir de estos dos elementos, la técnica de pintura del retablo en sí, que generalmente son laminillas de bronce e incluso de cobre, y la otra estrategia, su iconografía, cómo se le representó. Con eso podemos datar las épocas a las que pertenecen si es que no tienen fecha de creación”.
A diferencia de otros santuarios como Temastián en Jalisco o La Purísima en Guanajuato, donde respectivamente, Gerónimo de León y Hermenegildo Bustos se constituyeron en los pintores de este tipo de manifestaciones devocionales más reconocidos, en Plateros “no tenemos un retablero conocido, sino que yo me atrevería de decir que 99 por ciento de los ex votos son anónimos, y que acaso el uno por ciento pudo estar firmado por el autor”.
La historiadora coincidió con la hipótesis ya expuesta por su par, Virginia Trejo Pinedo, respecto de que los ex votos de Zacatecas que conforman parte de una colección mayor reintegrada recientemente al gobierno de México por autoridades italianas, hubieran sido sustraídos del santuario de Plateros, ubicado en el municipio de Fresnillo.
Irma Faviola Castillo Ruiz, actualmente docente investigadora en la Maestría en Educación y Desarrollo Profesional Docente de la Unidad Académica de Docencia Superior de la Universidad Autónoma de Zacatecas, y posgraduada por el Colegio de Michoacán, se graduó como licenciada en Historia por la UAZ con la tesis Imágenes y permanencias. Ex votos pintados y otorgados al Santo Niño de Atocha (Plateros, Zacatecas).
Consideró desafortunado el que no exista un inventario o registro general de los ex votos en la entidad, y ni siquiera uno que reseñe los procedentes del santuario de Plateros, el más importante localmente, y por muchos años, uno de los de mayor relevancia a nivel nacional.
La importancia de los ex votos, no sólo procedentes del estado sino de otras partes del país como expresión de la religiosidad popular, artística, histórica y sociocultural, es tanta, que por eso se les encuentra en Italia, los Estados Unidos, en exposiciones itinerantes y aun conformando colecciones particulares constituidas a partir de un tráfico de mercado negro, dijo.
Sobre estas representaciones de milagros que agregan en palabras el agradecimiento por el favor recibido, al santo o la santa de devoción, han escrito historiadores, sociólogos, antropólogos e incluso comunicólogos.
“Porque efectivamente estas pinturas además de ser muestras de devoción popular, son también muestras de comunicación como seres humanos (…) el ex voto es un enlace, un canal de comunicación entre lo terrenal y lo celestial”.
Así, además de la connotación religiosa y cultural en sí misma, se han convertido en objetos de estudio multidisciplinar “y es ahí donde toman el gran valor”.
En su experiencia, referida a cotizaciones de hace tiempo, un ex voto podía encontrarse localmente en las tiendas de antigüedades en precios que oscilaban entre los 2 mil a 6 mil pesos.
Acerca de la reintegración de la colección de 596 ex votos del siglo 18 al 20 por parte del Ministerio de Bienes y Actividades Culturales de la República de Italia a México, que fue asegurada en la ciudad de Monza de aquel país en 2015, dijo que es un acervo importante.
“Y sería interesante saber en qué condiciones el gobierno italiano lo regresó cuando pudo haberse quedado allá como ha ocurrido, por ejemplo, con el penacho de Moctezuma”, al que consideró quizás el caso más emblemático de los bienes culturales mexicanos que se mantienen en Europa.
“Hay protocolos de relaciones exteriores que hay que cubrir. Me sorprende mucho y me da gusto que el gobierno italiano haya devuelto este acervo y que entonces el INAH –Instituto Nacional de Antropología e Historia- habrá de ver qué es lo que hará con esa colección”.
Para el caso de Zacatecas, agregó, le parece “doblemente interesante que nos preocupemos, y si no lo podemos recuperar, saber dónde está y cómo es que llegaron a Italia”.
Al ser entregada al gobierno de México esta colección que además de ex votos procedentes de la entidad involucra otros de Aguascalientes, Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tlaxcala y Veracruz mediante un protocolo, “pues es que no son cualquier pintura sino un acervo que vale la pena valorar y recuperar como parte de nuestro patrimonio”.
Sobre este interés en la entidad compartió que el pasado mes de octubre el investigador Rodrigo Esqueda adscrito al Centro INAH Zacatecas conversó con ella sobre su iniciativa de llevar a cabo un proyecto en colaboración con el santuario de Plateros para la catalogación y conservación de los ex votos del lugar, para lo que ha facilitado el trabajo de tesis ya citado a fin de ofrecer fundamentos históricos para el mismo.
