Sorprendió que documentos históricos, como ejemplares de algunos números del Ahuizote, estuvieran en un basurero destinados a reciclarse como papel corriente. La noticia sorprendió porque la UAZ es el gran baluarte de la investigación histórica. Prácticamente todo lo que se ha escrito en los últimos 30 años sobre historia de Zacatecas es producto de la investigación universitaria. Desde los libros de la valiosa contribución del maestro Cuauhtémoc Esparza a finales de los 70’s y principios de los 80’s sobre la historia de la ganadería, de las misiones, el Colegio de Propaganda Fide y del corrido zacatecano. Esto es, la obra de este universitario abarca historia económica e historia cultural. La investigación de sitios arqueológicos que engrosan la historia antigua del norte de México y el denso siglo 16, que eran áreas de investigadores extranjeros como Philip Powell o Frederique Langue, que daban a conocer el proceso de conquista y de ocupación de la aristocracia minera del siglo 18, respectivamente; ahora son abordados por universitarios zacatecanos; igual con la actualización de las hipótesis de Charles Kelly sobre la cultura Chalchihuites con el apasionante debate sobre la presencia teotihuacana en el septentrión mexicano. Universitarios toman la estafeta y publican artículos que contribuyen en los temas.
Igual con la historia de la cuestión agraria, la UAZ publica tres tomos que da cuenta del estado de la cuestión de la tenencia de la tierra en la colonia, el porfiriato y la sociedad postrevolucionaria, que ponen a funcionar en lo local los estudios agrarios de Chevalier. De ese tamaño. De ahí se desprenden las investigaciones sobre haciendas en las diferentes regiones del Estado. Al mismo tiempo que eso ocurría la recién creada escuela de Humanidades contribuía al rescate del Archivo Histórico del estado de Zacatecas, que en aquel inicio estaba ubicado en el antiguo hospicio en Guadalupe. Los que ahora son profesores eran estudiantes de la licenciatura en Historia. Recordamos de manera especial el rescate por universitarios del archivo de la hacienda de Majoma, Mazapil, con los documentos que dan inicio a la historia ambiental del estado. Los libros de cuentas de la hacienda sirvieron para elaborar paisajes naturales del guayule. También podemos hacer mención de la historia de la minería que elaboran investigadores de la escuela de Economía, y de las instituciones políticas del siglo 19 y 20 por profesores de Derecho; amén de los estudios sobre federalismo, en el que Zacatecas fue protagonista. No podemos omitir la historia del arte, de la educación (en todos los niveles), de las tradiciones culturales (que van desde la morisma hasta los zarapes) y hasta de la gastronomía.
Como podemos observar, la UAZ es el manantial de la historia del estado de Zacatecas. Su contribución en el rescate de archivos y la divulgación ha sido inapreciable. Por ello, esta casa editorial pone de relieve la importancia de la institución en el área de la historia. Y ahora que se vieron documentos históricos en la basura, busca explicaciones lógicas o creíbles. Sabemos que, dados los antecedentes que hemos ofrecido, no es verosímil creer en el desinterés de la institución por la historia. Los errores que se hayan cometido deberán enmendarse: estamos a la espera de la exposición de los protocolos en el manejo de archivos en la UAZ.
