■ Karina Macías logró conseguir la filiar de Doctor Sonrisas para el estado de Zacatecas
■ Se está trabajando en constituir enlaces municipales y poder atender a más infantes
El tratamiento de las emociones en un niño que padece una enfermedad crónica ayuda considerablemente a mejorar su salud, pues se considera que para que un menor se mejore, influye en 50 por ciento el tratamiento médico, pero el otro 50 por ciento recae en el ánimo.
Quienes se encargan de aliviar el estado de ánimo de estos niños es Doctor Sonrisas, una fundación internacional que tiene su filial en el estado de Zacatecas, desde hace un año y medio, la cual preside la joven Karina Macías de Haro.
Ella, junto con otros 100 jóvenes voluntarios, ofrece su tiempo y su talento, compartiendo momentos mágicos e inolvidables con los menores que están internados en el quinto piso del Hospital General Zacatecas Luz González Cosio.
Muchos de ellos padecen algún tipo de cáncer, leucemia, insuficiencia renal, o alguna discapacidad de nacimiento o adquirida. Los tratamientos médicos, estar internados, y llevar quimioterapias, impactan de manera negativa en su estado de ánimo.
Pero cuando estos menores ven llegar a esos doctores de narices de bolita color azul, sus rostros se transforman y sonríen y se alegran. La sala de camas, después de estar en un lúgubre silencio, se convierte en un espacio de alegría, música y diversión.
Los doctores de la fundación se encargan de darle vida a ese piso, donde conviven las historias de los menores, se entrelazan las charlas de los padres que padecen el mismo dolor de ver a su hijo postrado en una cama de hospital.
En ese momento, los niños juegan a ser superhéroes, aprenden a entretenerse con juegos de mesa, aprenden a plasmar sus sueños usando su imaginación, a través de clases de dibujo y pintura, además de cantar.
“Cuando están desanimados acudimos, y ellos al vernos llegar se animan, empiezan a comer sus alimentos, a llevar su tratamiento. Les damos ejemplos de quienes han salido adelante, y eso les cambia el chip”, explica.
Este momento no sólo es importante para los niños, sino que para los familiares representa un momento de suspiro, a todo el cansancio y el desgaste de viajar de otros lugares para que su hijo reciba un tratamiento.
Se distraen de andar de farmacia en farmacia consiguiendo medicamentos, muchos de ellos costosos y quitándose el pan de la boca para llevar el tratamiento su familiar, durmiendo en el suelo, mal comiendo.
Karina recuerda que hacía visitas a hospitales, por lo que se percató de las necesidades que existen. Le llamó la atención lo que pasan los menores y sus familiares cuando padecen una enfermedad crónica que requiere de atención permanente.
Por lo que investigó y dio con Doctor Sonrisas, una fundación que tiene presencia en varios países de Latinoamérica y en muchas entidades del país. Karina se encargó de conseguir la filial para el estado, aunque reconoce que insistió mucho para lograrlo.
Poco a poco se acercaron jóvenes que creyeron en este proyecto y a la fecha, 60 de ellos son voluntarios, quienes se encargan de llevar alimentos al hospital, entre otras actividades, además hay 40 voluntarios externos que dan apoyo cuando se requiere por ejemplo traslados.
No sólo se dedican a animar a los menores con estas actividades, sino que hay programas como Cumpliendo Sueños, en los que se consuman los deseos que tienen los niños como viajar a la playa, ir al Mundo de Disney, conocer algún artista o deportista famoso.
Otro es el Tren de los Sueños, que es un programa de seguimiento con los niños, en el cual se busca sacar por un día a los niños de su entorno y llevarlos a lugares recreativos como una visita al cine, al zoológico, un partido de fútbol, un parque de diversiones, entre otras muchas actividades.
Este programa tiene la finalidad de hacer que un día a la semana los niños se olviden de tratamientos médicos y disfruten ser niños, de esta forma poder recargar energía para seguir luchando.
Sonrisas a domicilio tiene como objetivo jugar con los niños o en ocasiones apoyarlos en sus tareas para que no pierdan su año escolar, pues las etapas más difíciles de la enfermedad se dan en el momento de la hospitalización.
Por lo pronto, se está trabajando en constituir los enlaces municipales y con ello, poder llegar a un mayor número de niños beneficiarios, ya que hay muchos casos en el hospital de menores de Loreto, Jalpa, Pinos, Guadalupe, Juchipila, entre otros.
