Los órganos encargados de la transparencia tienen una función esencial. No sólo la centralidad del IZAI, sino los órganos de cada dependencia. Toda la información de oficio debe ser reunida, sistematizada y organizada para su exposición. Se debe contar con documentos para poder proporcionarlos ante alguna solicitud. Un aspecto esencial es la organización de archivos. Pues bien, el Issstezac cuenta con su propia unidad de transparencia, que hace todas estas tareas que hacemos mención. La pregunta incisiva es sobre el papel de una unidad de transparencia de una institución en crisis.
La masa de profesores de telesecundaria se queja de no tener información suficiente del estado de la cuestión en torno a la seguridad de las pensiones y jubilaciones. El asunto fino es distinguir entre un órgano de transparencia y uno de información. El primero evidentemente maneja información y la pone disponible, pero para que el ciudadano tome la iniciativa de solicitarla. Esto último ha resultado problemático: no se ha logrado que los ciudadanos en general sepan o adquieran la habilidad de buscar y solicitar la información que requieren. El modelo difusionista, donde el medio pone ante los ojos de los ciudadanos dicha información es el hegemónico. En el caso de los órganos de transparencia implica que el ciudadano se constituye en sujeto de búsqueda. Y lo que se ha visto en la experiencia transcurrida, es que esto último no es algo fácil. Convertirse en sujeto de búsqueda implica muchos supuestos: interés protagónico, conocimiento de los procedimientos y habilidades para la solicitud. No es gratuito que la mayoría de las solicitudes sean por parte de periodistas, que son personal especializado. Con ello, se establece a la prensa como mediación transparente activa.
En una institución en crisis como el Issstezac la función del órgano de transparencia debería tomar un papel sui generis: formas de trabajo más activas y difusionistas. Esto ayudaría para que la masa trabajadora tuviera en sus manos no sólo información relevante, sino la posibilidad de organizar propuestas de salida de la crisis. La situación del Issstezac es muy compleja. Los análisis de los estudios actuariales sobre el futuro de las pensiones son muy sombríos. Y a los afectados no les queda claro si hubo malos manejos en la administración del capital que tiene la misión de reproducirse para el mantenimiento de los jubilados. La posibilidad de que vendan activos, ¿es conveniente?, ¿no hay riesgo de que aquello que genera fondos se acabe y se colapsen las pensiones?, ¿no hay opciones distintas a la venta de activos? Preguntas que la base trabajadora tiene en el aire. Y si los beneficiarios están en graves dudas, significa que las funciones de la transparencia y la difusión de la información está fallando. Deberán revisar el papel estratégico que tiene este órgano en la presente crisis y con ello, ampliar algunas de sus funciones.
