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jueves, 28 marzo, 2024
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‘BlacKkKlansman’ de Spike Lee

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Por: ADOLFO NÚÑEZ J. •

La Gualdra 368 / Reseñas / Cine

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En BlacKkKlansman (2018) el director Spike Lee inicia y termina la conversación sobre el racismo y la xenofobia en el país vecino, y lo hace de manera incendiaria, sin reservas ni consideraciones. Co-escrita por el propio realizador, la cinta narra la inverosímil historia real de Ron Stallworth (John David Washington) un policía afroamericano lleno de determinación quien, contra todos los pronósticos, logra infiltrarse en la sede del Ku Klux Klan ubicada en el estado de Colorado. Debido a que el contacto inicial se da vía telefónica, Ron convence a su compañero Flip Zimmerman (Adam Driver), un judío veterano de la fuerza policial a interpretarlo cuando los encuentros con dicha organización se den en persona.

Situada en el contexto de los movimientos sociales dados en la década de los 60′, en BlacKkKlansman el racismo es presentado como una enorme dicotomía entre el absurdo y el peligro, donde el humor intencional de la cinta y las risas que puede generar se quedan a medio camino atoradas en la garganta. Resulta destacable que el filme logre mantener un incisivo tono humorístico durante todo su metraje, así como un ritmo frenético y un montaje propio de un blockbuster de alto presupuesto, dentro del cual el talentoso director funde con acidez una narrativa detectivesca, un comentario político-social y una crítica al cine de explotación afro-estadounidense.

Además de todos estos elementos, destaca la relación entre ambos protagonistas como columna vertebral del guion y que sirve para evidenciar una de las contradicciones más grandes del filme en lo que a incongruencias raciales se refiere. Como agentes encubiertos, Ron y Flip interpretan a la misma persona, uno lo hace por teléfono, el otro lo hace en persona. Es aquí donde Lee aborda la ya mencionada dicotomía: por una parte Ron interactúa por teléfono con David Duke

(Topher Grace) el ‘gran mago’ y líder del KKK. Este último da por sentado que en el otro lado de la línea está hablando con un hombre blanco, y señala de manera absurda y discriminatoria las diferencias entre el habla de las personas de color y las blancas. Por otro lado, cuando Flip se reúne con el grupo supremacista local tiene que mantener su papel de hombre americano racista, aún y cuando debe escuchar las críticas antisemitas de sus compañeros y tiene que negar sus propias raíces judías. De este modo se plantea un interesante estudio de carácter, donde la identidad de los protagonistas está fragmentada entre sus creencias, sus raíces y lo que se espera de ellos como hombres de la ley en el cumplimento de su deber.

Para BlacKkKlansman Spike Lee utiliza sus mejores recursos con el fin de introducirnos en un contexto de alta fricción, con conflictos que persisten hasta nuestros días. El realizador no es sutil para demostrar que los problemas de aquella época son el alarmante reflejo de los problemas del Estados Unidos de ahora, al construir una sátira histórica tan entretenida e incómoda como necesaria y actual.

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