■ En 2015 comenzó la disputa legal por los hijos, que ahora está en un punto crítico
■ La afectada pide a las autoridades “no separar a los niños menores de 10 años de sus madres como lo indica el Código Familiar del Estado”
■ Asegura que ha sufrido “atropellos por parte de los funcionarios que han tomado parte a favor del padre y juzgan con prejuicios de género cuando su función es conocer la verdad”
Durante más de una década, Daniela Vanegas Serrano asegura que fue víctima de violencia intrafamiliar, al igual que sus tres hijos menores de edad; pero la denuncia ante la autoridad se atrevió a ponerla 14 años después de que empezaran las agresiones que, en un inicio, reconoce que minimizó.
“No más fue una cachetada”, “no más un aventón”, “mi amor lo va a cambiar” son algunas de las frases que esta mujer repetía para restarle importancia a la violencia que estaba sufriendo al interior de su hogar.
Cuando dio el paso de levantar las primeras actas, Daniela ya no dependía económicamente de su pareja ya que había empezado a trabajar en el área de redes de mercadeo. Esto le hizo darse cuenta de que podía estar sola y mantener a sus tres pequeños, dos niñas de 15 y 7 años y un niño de 9.
Fue en 2015, 14 años después de haber empezado la convivencia con su pareja, cuando el padre de los menores se marchó a su país natal, Estados Unidos, donde ahora reside y trabaja como maestro de primaria en la localidad de Fort Worth en el estado de Texas.
A partir de ese momento, comenzó la disputa legal por los hijos que ahora está en un punto crítico, de acuerdo con Daniela Vanegas quien convocó este miércoles a una conferencia de prensa para dar a conocer la situación ante el riesgo que considera que existe de que sus hijos sean sustraídos al país vecino por su padre.
Hay evidencias, señala esta zacatecana, de las propias autoridades del Poder Judicial, a través de los videos del Centro de Convivencia Familiar Supervisada (Cecofam) de las agresiones del padre hacia su hija pequeña, además de los dichos de la propia menor, confirmados por su hermano, sobre tocamientos.
Pese a ello, Daniela Vanegas expone el peligro que existe de no volver a ver a sus pequeños debido a que existen dos demandas en su contra: la primera para que la juez primera de lo familiar que lleva el caso, Erika Violeta Márquez Estrada, le autorice al padre a llevarse a los menores a Estados Unidos para vacaciones y, la segunda, promoviendo la pérdida de patria potestad para quedarse definitivamente con los hijos.
En un escrito que leyó ante los medios de comunicación, asegura que ha sufrido “atropellos por parte de los funcionarios que han tomado parte a favor del padre y nos juzgan con prejuicios de género cuando su función es conocer la verdad y emitir sentencia tomando en cuenta el interés superior de los menores”.
Por ello, entre las acciones que ha promovido en contra de las demandas interpuestas por el padre, está la de la suspensión del proceso para que se le asigne un nuevo juez en su caso; una resolución que podría tardar hasta seis meses.
Asimismo, Daniela hace un llamado al presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Zacatecas para que se haga efectivo el cambio de juez en su caso y exhorta a las autoridades a “no separar a los niños menores de 10 años de sus madres como lo indica el Código Familiar del Estado”.
Debido a que también hay interpuesta una denuncia ante la Fiscalía por abuso sexual y violencia familiar, señala que el Poder Judicial debe trabajar en conjunto con esta instancia de procuración de justicia para que los dos casos, el penal y el familiar, se lleven a la par.
También llama a los diputados para que se modifique la prescripción del delito de violencia familiar de dos a 10 años, “ya que toma tiempo para que las víctimas tomemos valor, obtengamos dinero, consigamos trabajo y sanemos nuestra alma para poder denunciar”.
