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jueves, 28 marzo, 2024
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■ Historia y Poder Nicolás Maduro, ¡el héroe de la clase obrera!

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Por: MIGUEL ÁNGEL AGUILAR •

Nicolás Maduro Moros es uno de los personajes mundiales preferidos por la ultraderecha mundial para ser atacado de pies a cabeza.
Lo que no ignoran también es que atrás de él está toda una generación que no permite mas se siga desmantelando la capacidad de respuesta y lucha permanente de un pueblo que no quiere el vil saqueo, el descaro y cinismo de la explotación despiadada de naciones enteras.
Nicolás Maduro es la clase obrera en el poder del estado nacional bolivariano dueño de sus propios recursos y de la plataforma petrolera más abundante a nivel mundial y cuya codicia extranjera despierta los más encumbrados episodios del asesinato directo, de la desestabilización constitucional, de abatir a toda costa las luchas y victoria de una clase desposeída por siglos y esa ultraderecha desbocada en su afán de arruinar esas conquistas, arremeten con toneladas de billetes mal habidos y persiguiendo con afán de locura su derrocamiento.
El Pueblo de Venezuela no es tonto. Dividido en dos bandos, hay una mayoría que pide solo respeto y se exige a si misma seguir el ideal de Hugo Chávez que fue no sólo ícono de las nuevas revueltas victoriosas de las multitudes, sino un avance considerable en la seguridad social para millones de jóvenes venezolanos.

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Si la inflación, si el desabasto, si los índices de criminalidad son resultados de 400 años de saqueos, la revolución ciudadana en ese país afrenta por todos lados un acoso del llamado “golpe blando” orquestado por la ultraderecha estadunidense y de los sectores más reaccionarios y controladores de la oligarquía de ese país y que consiste en administrar con dinero sucio y asesoría extranjera a los personajes que manipulan a estudiantes, periodistas y errantes segmentos sociales que ven fácil un derrumbamiento de los chavistas legítimamente en el poder.

Maduro es un estadista con un amplio respaldo popular y su afán dicharachero y aparentemente inelegante, le da un toque de especial personalidad que le permite avanzar entre su pueblo y reforzar así mismo las decisiones radicales en pos de mantener en paz a la nación sudamericana y que se consuma con el poder militar, legislativo – pese a la pérdida de la asamblea nacional de su mayoría- y de esa clase obrera de la cual él es orgulloso portador de sus victorias populares.

¡Nicolás Maduro no está solo!
Miles se aprestan como voluntarios, en caso de invasión extranjera directa, a apoyar desde la patria grande, -es decir, todo el continente latino- su causa y su bandera real y popular en un tiempo difícil para todos.

Venezuela jamás ha tenido industria propia, todo lo importa y acaso desde Chávez se ha intentado tener una industria conveniente y las amenazas del “desabasto enloquecido” de alimentos y medicinas es mera panacea mediática y condenatoria de una burguesía que no ve la hora en que intervengan las fuerzas castrenses estadounidenses y los grupos paramilitares que desean no la revocatoria chavista sino exterminar a sangre y fuego todo vestigio de la lucha que esa nación hermana hace a un lado y detrás y delante de un Maduro que es símbolo de resistencia y dignidad.

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