Felipe Calderón Hinojosa, ex Presidente de México, gobernó nuestro país del año 2006 al 2012 cuando entregó el cargo a Enrique Peña Nieto; durante su gobierno la economía se mantuvo hasta cierto punto estable gracias a las reservas de petróleo con las que contaba la nación, existió inflación por lo que aumentaron los productos de la canasta básica, combustibles, energéticos, entre otros productos que diariamente consumimos los mexicanos. Empleó diversas reformas que repercutieron también en la vida diaria del mexicano, como la laboral y la fiscal.
Lo que marcó no solamente su administración, sino también su figura política e imagen personal, fue la estrategia que implementó para combatir al crimen organizado una vez que tomó el poder y que nunca antes había mencionado, el intento por legitimar su victoria electoral debido a los señalamientos sobre haber cometido fraude electoral y haber recibido dinero del crimen organizado para su campaña lo llevaron a declarar abiertamente una guerra sin control alguno contra el narco tráfico en México. El resultado fueron miles de muertos y otros tantos de personas que terminaron perdiendo la vida sin siquiera tener algo que ver con la comisión de algún delito, víctima colaterales como les llamaron como si se tratase de algún objeto que por encontrarse presente en el momento no indicado fuese destruido y justificada su pérdida.
La corrupción desde hace tres sexenios logró filtrarse en todos los órganos de gobierno y en todos los niveles, las declaraciones realizadas por dicho ex presidente, respecto a haber combatido la corrupción en durante su mandato sin haber generado crisis o molestias en la ciudadanía resulta ser una broma ante los millones de mexicanos que fuimos testigos de la nula disminución en la inseguridad y en los porcentajes de corrupción.
El ahora Presidente de la República lleva a cabo la implementación de una estrategia mediante la cual son cerradas las llaves de los ductos que permiten que la gasolina llegue de manera pronta a los Estados, esto derivado de la detección de tomas clandestinas mediante las cuales eran extraídos cientos de litros de gasolina diaria para su venta de forma ilegal, de igual forma se detectó una estrategia con la cual eran vendidos de forma clandestina millones de litros por los mismos funcionarios de Petróleos Mexicanos a los concesionarios permitiendo obtener grandes ganancias de dinero para ambos sectores.
Gracias a esta estrategia implementada por el Gobierno de la República se ha logrado evitar la pérdida de miles de millones de pesos para dicha institución y por ende para los mexicanos. Hablar de combate a la corrupción en administraciones pasadas es hablar de miles de millones de pesos destinados a dicha acción que en otras palabras o fueron a parar de igual forma a los bolsillos de algún funcionario o a estrategias mediante las cuales se simulaban resultados reales.
Hasta el momento, a pocos días de haber iniciado la presente administración, ya existe información de que se investigan ya a algunos funcionarios que estuvieron involucrados de manera directa en el robo del combustible, incluso se ha señalado que el encargado de la seguridad del ex presidente peña Nieto es parte de estos funcionarios que se han enriquecido a costa de los bienes de la Nación.
Andrés Manuel señala también que estos actos son cometidos siempre bajo la aceptación del Jefe de Estado, ya sea del estatal o del federal. Estos señalamientos no pueden pasar desapercibidos ante la opinión pública, pues es el Presidente quien los realiza, hablamos de que el mismo ahora tiene la información que como oposición no podría tener.
En todo movimiento de transformación o de cambio de administración existen excelentes perfiles, pero también existen quienes aprovechan el discurso de un bienestar colectivo para simular ser parte de ella para hacer de las suyas, si las declaraciones realizadas por el Presidente resultan ser reales, estará obligado a emprender acciones inmediatas ante el primer intento de alguno de sus funcionarios, servidor público o representante popular emanado de morena para hacerse de riquezas indebidas, intentar mantener los privilegios y atentar contra la austeridad republicana, de lo contrario el movimiento social que construyó durante más de veinte años perderá toda su legitimidad.
Tomando en cuenta lo tanto por perder, estamos seguros que no pasará por alto ninguna acción indebida por sus allegados, quienes así lo intenten no solamente serán observados por el presidente, también por el pueblo mexicano que hoy más que nunca participa en la vida pública y política del país, jugársela es arriesgado. El combate a la corrupción que emprende la actual administración no será una estrategia fallida como las que simularon los ex presidentes. ■
