En los foros, conferencias y declaraciones de políticos el tema de la prevención del delito brilla y se gastan espacios, momentos y algo de dinero en ellos. Todos aceptan que la vía militar o policiaca es poco efectiva, que es muy cara y de pocos resultados; que la experiencia de Felipe Calderón es paradigmática: se gastó una suma enorme de recursos públicos armando comandos de choque, comprando equipo, obra civil y contratación de personal de apoyo; pero con efectos adversos o contraproducentes. En los presupuestos se ven las prioridades. Es decir, se puede contrastar la existencia de foros y declaraciones con los presupuestos. En Zacatecas las prioridades en la aprobación del presupuesto fueron contundentes: se le dan más de mil millones a seguridad y 7 millones a prevención. Amén de los llamados ‘transversales’, pero que son inciertos. Por ejemplo, se le otorgó un presupuesto ridículo a un problema gravísimo, la prevención del embarazo adolescente, al que destinaron 300 mil pesos, mientras a la organización de reuniones operativas con los transportistas presupuestaron esa misma cantidad. ¡Increíble!
A nivel federal se ha justificado el presupuesto en prevención afirmando que el programa “Jóvenes construyendo el futuro” hará los milagros que esperamos: alejará a los jóvenes de las tentaciones delincuenciales. Y se exhiben las enormes cantidades de dinero que se destinaron a ese programa: 44 mil millones de pesos. Puede ser que tengan razón. Pero falta mucha información para poder asegurarlo. ¿Cuál es el mecanismo de selección de los beneficiarios? ¿Ese mecanismo focaliza a los jóvenes precarios que son ejército de reserva del crimen? ¿Cuál es el esquema de operación? ¿Ese esquema garantiza la intervención de los factores de riesgo o sólo facilita el dinero de las becas? ¿Cuáles son los esquemas de intervención de los factores de riesgo? ¡No lo sabemos! Probablemente son cosas ya resueltas, pero no han sido comunicadas. Es una posibilidad. Pero también hay la posibilidad de que se esté pensando que con la entrega del recurso los problemas se diluirán. Y no. Esa hipótesis es ingenua. Es similar a las hipótesis de los municipios que pensaron que al poner canchas estaban previniendo el delito, y lo único que hicieron fue poner mejores condiciones a la distribución de droga al menudeo.
En suma, los presupuestos y los diseños de política en seguridad indican que está subvaluada la prevención del delito. Y los ejercicios académicos, como la agradable visita del profesor Merino a Zacatecas, muestran cómo las estrategias de atender el entorno y no sólo el ataque a los delincuentes en acto, son más efectivas y mucho más baratas. Pero no vemos que los gobiernos lo entiendan, aun cuando en cada declaración aprovechan para refrendar su compromiso con la prevención, mientras mandan propuestas de presupuestos donde se le margina. Presupuestos son amores y no sólo declaraciones.
