Vive la nación tiempos bastante difíciles e insospechados hace apenas pocos meses. Si bien, después de las elecciones de julio del año pasado surgieron indicios generadores de incertidumbre, nadie podía pensar que a pocos más de 30 días de entrar en funciones el nuevo gobierno federal, la situación social fuera a crisparse como ahora sucede.
El insuficiente abasto de gasolina en ocho estados fue el detonante de la inconformidad de millones de mexicanos que de un día a otro empezaron a sufrir por la falta de combustible. El combate al hasta ahora impune robo masivo de gasolina fue el origen de un problema que se extendió vertiginosamente por estados cruzados por ductos de la empresa Pemex.
De la indignación de los mexicanos al saber que anualmente Pemex pierde 60 mil millones de pesos por el robo de combustible, se pasó al temor de que el desabasto se extendiera a más de los ocho estados que hoy están en graves problemas por la falta del hidrocarburo, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que pronto será normalizado el abasto.
Las dificultades comenzaron cuando la estrategia se basó en el cierre de cuatro oleoductos que eran permanentemente “ordeñados” en 15 mil tomas clandestinas, de las cuales los huachicoleros extraían diariamente el equivalente a 7 millones de litros.
Este tema, que desde la semana pasada es abordado hasta la saciedad por la mayoría de los medios de comunicación, no es precisamente el que nos ocupa en este espacio, pero sirve de ejemplo para abordar lo relativo a la necesidad de que los estados nacionales enmarquen todos sus actos en programas de gobierno de largo aliento y no sexenales como ocurre en México.
Los planes prospectivos no solo se enfocan al desarrollo económico y social de los pueblos, sino que abarcan todo lo concerniente al bienestar integral, como la prevención y el combate a la delincuencia.
Así está plasmado en el Programa General Prospectivo Zacatecas 2033 (PGP), que próximamente tendrá vigencia y será el instrumento básico desde el cual el gobierno de Alejandro Tello Cristerna, junto con los demás poderes, todas las fuerzas productivas y la sociedad en su conjunto, comenzará a delinear lo que será el Zacatecas no solo del año 2033, sino de más allá.
Visualiza el PGP un gobierno con instituciones sólidas, cuyo servicio público esté regido por los principios de transparencia y rendición de cuentas, dentro del cual sea posible concretar una procuración de justicia y seguridad que garanticen los derechos fundamentales de una ciudadanía bien cohesionada y capaz de involucrarse en todos los procesos de la gestión pública y de vigilar cómo y en qué se utilizan los recursos estatales, municipales y federales.
Estos postulados de ninguna manera son utopías, porque ahora mismo ya se ejecutan. Desde que la actual administración comenzó tienen vigencia y ahora se procura convertirlos en la esencia misma de una gobernanza inclaudicable y permanente.
Cuando un estado como Zacatecas tenga una sociedad proactiva y bien cohesionada, y un gobierno auténticamente abierto, situaciones como las derivadas de las bandas del huachicol no hallarán espacio fértil para avanzar. Lo mismo sucederá con la delincuencia organizada, porque esas estructuras delincuenciales no podrán prosperar donde exista plena vigencia del estado de derecho, característica que se está labrando aquí día a día y que se busca fortalecer y consolidar para que perviva a pesar de los cambios sexenales de las administraciones gubernamentales.
En la estrategia del PGP es prioridad la transversalización de las acciones preventivas del delito en toda la administración pública estatal y municipal, para generar ambientes de convivencia y cohesión, y la reconstrucción del tejido social.
También favorecerá la cultura de denuncia, para eficientar los sistemas estatales de combate a la corrupción e impartición de justicia.
El Programa General Prospectivo Zacatecas 2033 no será panacea ni varita mágica para resolver los ancestrales problemas que arrastran México y nuestra entidad, pero sí será el cimiento desde el cual se erigirá una mejor sociedad.
Los planes prospectivos no pueden esperar, urgen en Zacatecas y también en el Gobierno Federal. Solo planeando a largo plazo, sin menoscabo de lo inmediato, podrá México erradicar los peores azotes que lo han flagelado en los años recientes: crecimiento de la desigualdad económica, corrupción en todos los estamentos sociales, impunidad y expansión incontenible del crimen. Además de ser crueles, también frenan la prosperidad e inhiben la tranquilidad, la paz y la armonía social.
*Titular de la Coordinación Estatal de Planeación
