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viernes, 19 abril, 2024
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Tres experimentados músicos conformaron hace dos meses la banda La Vieja Guardia

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Por: ALMA RÍOS •

■ Su trayectoria los han llevado por diferentes caminos: blues, soul, jazz y el rockabilly

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■ Cerrarán con concierto las actividades culturales por el 50 aniversario de la autonomía de la UAZ

 

Tres experimentados músicos a quienes no sólo une la amistad sino que ésta se ha constituido en la razón fundamental de su ensamble creativo, han conformado apenas hace dos meses La Vieja Guardia.

Con trayectorias que los han llevado por diferentes caminos: el blues, el soul, el jazz y el rockabilly; transitan en este momento por la gozosa senda de la búsqueda experimental, pero también por aquella que refresca materiales que se han consolidado localmente, compuestos por Luis Díaz Leaños, líder de la agrupación.

La Vieja Guardia (Luis Díaz Leaños, guitarra, armónica y voz; Carlos Macías Cervantes, batería, y Juan de Dios Rodríguez Velázquez, bajo) cerrará con un concierto en el Teatro Fernando Calderón el próximo 14 de diciembre a las 19 horas, la serie de presentaciones conmemorativas que propuso este 2018 el Comité Ejecutivo del Spauaz a través de su Secretaria de Actividades Culturales por el 50 aniversario de la autonomía de la Máxima Casa de Estudios en el estado.

Díaz Leaños es un icono local del blues, pero también del activismo en favor de la conservación ambiental, la preservación del Centro Histórico de Zacatecas y otras causas altruistas. Ha tenido la oportunidad de “pisar escenarios enormes”.

Se refiere entre otros, al Aguas Blues, donde se ha presentado entre otros, John Lee Hooker, y la alternancia en el escenario que tuvo verificativo en la capital del estado de Zacatecas con otro icono del blues, este nacional, Javier Bátiz.

“Nosotros tenemos una filosofía de vida, de trabajo social, tenemos una asociación civil que se llama Nuestro Hermano Mayor el Planeta” (la frase da título a una de las canciones de su repertorio).

“Entonces lo que se persigue no es estrictamente musical sino que nosotros vemos el arte no como un fin sino como un medio para coadyuvar, ayudar, proponer y protestar para apuntalar el tejido social en el que nos desenvolvemos y construir entre todos”, dijo Luis.

Sus pasos en la música suman 45 años, la mitad de los cuales han sido andados en solitario. De ellos ha derivado la producción de tres materiales discográficos con composiciones propias, que con las aportaciones de Carlos y Juan de Dios se han visto enriquecidas.

“A través de la amistad yo los invité y ha resultado muy bien; yo creo que la experiencia que tenemos en lo individual se ha conjuntado para crear un excelente concepto musical”.

Carlos Macías Cervantes aporta a este concepto sus 20 años de experiencia en la Ciudad de México como “un músico de sesión”. Colaboró en la orquesta del longevo programa cómico de Televisa La Carabina de Ambrosio, y es su batería la que puede escucharse en grabaciones de artistas como Lupita D’alessio y José José.

Pero Carlos Macías tiene otra faceta, una más unida a su búsqueda personal como músico: el jazz. Este género lo llevó durante su estancia por 30 años en los Estados Unidos a compartir escenario en otros, con el reconocido bajista Jaco Pastorius.

“Nos cuenta que alternó con orquestas de grandes músicos y se convirtió en un músico se sesión. Entonces toda esta experiencia luego que decidió regresar a Zacatecas, toda esa experiencia, ese bagaje lo trae en el morral y ahora que lo invité y aceptó tengo el honor de que esté en la agrupación porque está vertiendo todo ese conocimiento en la música que estamos haciendo”.

Una aportación específica de Carlos Macías para el concierto de este 14 de diciembre involucrará a integrantes de la tradicional danza zacatecana de Matlachines, cuyos ritmos ha estado estudiando.

Los acompañará ahora con improvisación de batería. Ha convocado asimismo a otros reconocidos músicos de jazz locales para ofrecer una “cápsula” de música experimental.

“Esa es una aportación enteramente de Carlos. Dentro su investigación de los ritmos étnicos nos propuso que en medio de esta actuación de blues vaya este concepto un tanto ecléctico (…). A nosotros nos pareció muy bien porque no somos un grupo cuadrado (…). Entonces, también estamos a la expectativa como compañeros. Nosotros somos prácticamente espectadores, no sabemos qué es lo que va a aportar, sin embargo, estamos muy contentos por esa iniciativa”.

Por su parte Juan de Dios Rodríguez Velázquez tiene tras de sí décadas de interpretar rockabilly. Iniciado en el grupo local Fórmula Uno, luego que decidió su salida se llevó consigo al vocalista otro icono local del rock clásico, El Chato Valadez y el baterista José Antonio Vázquez El Chicles. Con ellos conformó Los Confidentes del Rock.

“Hemos tenido unos 20 o 25 años manejando el concepto, renovándonos con algunos otros músicos, interpretando a Elvis Presley, y músicos mexicanos como Los Teen Tops o Los Locos del Ritmo. Hemos manejando ese género hasta ahora que Luis me hizo el favor de invitarme y ahora estamos en La Vieja Guardia”.

Juan de Dios Rodríguez quiso destacar sobre este ejercicio colectivo, que “Luis no ha dado la oportunidad de que cada quien se exprese, que nosotros le pongamos a sus canciones nuestra esencia particular”.

Fin de celebración de 50 años
Esaúl Arteaga Domínguez, secretario de Actividades Culturales del Spauaz, destacó con motivo de este concierto con el que se cierran los trabajos realizado este 2018, los frutos que produjeron.

Luego del primero realizado en febrero, propuesto a modo de homenaje al formador de violinistas en la Unidad Académica de Artes de la UAZ desde hace más de 20 años, Ricardo Justiz, su postulación para la obtención de la Medalla Candelario Huízar, misma que recibió este mismo año.

Posteriormente surgió la propuesta de organizar conjuntamente Spauaz, Instituto Zacatecano de Cultura y la UAZ, la serie de conciertos mensuales conmemorativos al 50 aniversario de la obtención de la autonomía universitaria.

El éxito de la programación de estos eventos derivo en que hubiera la necesidad en varias ocasiones de repetir presentaciones.
“Yo creo que fue muy interesante para todo tipo de público”, pues la oferta artística involucro música clásica, jazz, mariachi, latinoamericana, tradicional mexicana, entre otros géneros.

“Luego hicimos del 26 de septiembre al 2 de octubre también en el marco conmemorativo del 50 aniversario de la autonomía de la Universidad, El segundo Coloquio Cultural contra la Violencia y el Olvido”.

Del evento de clausura, agregó, “queremos cerrar todo este ciclo con una manifestación muy zacatecana, con un grupo que creo yo tiene muchas virtudes y que ha conjuntado a tres excelentes músicos (…) La Vieja Guardia merece estar en el teatro Calderón”.

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