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sábado, 20 abril, 2024
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Para cumplir con los 100 Compromisos del 1º. de Diciembre se requiere Gasto Público Deficitario a favor del Sector Productivo y del Empleo

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Por: ARTURO HUERTA GONZÁLEZ •

El nuevo gobierno ha dicho que no aumentará impuestos, ni la deuda pública y que gastará en función de sus ingresos. Su planteamiento es que a través de la reestructuración del gasto público, disminuirá gasto superfluo, la contratación de asesores, erradicará la corrupción e incrementará la inversión, sin necesidad de recurrir al déficit fiscal y al aumento de la deuda. El problema es que la política fiscal no puede priorizar objetivos de equilibrio fiscal, de no aumento de impuestos y de reducción del monto de la deuda, en un contexto donde la economía enfrenta problemas de baja productividad, fuertes rezagos productivos, alto desempleo, subempleo, economía informal, alta pobreza, bajo crecimiento económico y alta delincuencia. Se ha reducido el crecimiento potencial de la economía, lo que frena la posibilidad de incrementar el empleo y salarios, como mejorar la distribución del ingreso, pues no habría capacidad productiva para satisfacer la mayor demanda que ello generaría. Ello ha sido consecuencia de la política de austeridad fiscal, como del libre comercio y las altas tasas de interés predominantes que han actuado en detrimento de la esfera productiva y a favor del sector bancario-financiero.

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Al mantenerse el equilibrio fiscal no aumentará la demanda y el mercado interno, por lo que no se incrementará la inversión privada, ni la actividad económica. El sector privado no puede ser motor de crecimiento al no haber aumento adicional del gasto público, y además no hay perspectivas de incrementar exportaciones, dadas las cláusulas impuestas por el gobierno de Estados Unidos en el nuevo Tratado- Estados Unidos-Canadá-México. Ello terminará aumentando los problemas financieros y de endeudamiento del sector privado, lo que frenará más la inversión, el crecimiento económico y la generación de empleo.

Las finanzas públicas no pueden estar en equilibrio si el sector externo tiene déficit, el cual actúa en detrimento de las finanzas del sector privado, debido a que las importaciones desplazan a la producción nacional, lo que junto a la austeridad fiscal frenan el crecimiento de la inversión, el empleo y la actividad económica. Se requiere gasto público deficitario dirigido a incrementar la capacidad productiva para reducir el déficit de comercio exterior y mejorar las finanzas del sector privado.

Un gobierno soberano no tiene por qué recortar el gasto para ajustar las finanzas públicas y reducir el monto de la deuda. El gobierno puede expandir el gasto y no tiene por qué emitir deuda, si la economía tiene capacidad ociosa, e incrementa la capacidad productiva para satisfacer la mayor demanda que genera el gasto público, por lo que se evitarían presiones sobre precios y sobre el sector externo.

La política fiscal tiene que evaluarse en torno a su impacto sobre la actividad económica y no en torno al equilibrio fiscal y el monto de la deuda.

La política fiscal juega un papel importante en estabilizar la economía, pero ello no se logra con el equilibrio fiscal y reduciendo el monto de la deuda, sino actuando en forma contra cíclica para contrarrestar los problemas productivos y de desempleo de la economía, así como para mejorar las finanzas del sector privado productivo, para impulsar la inversión y la producción para reducir el déficit del sector externo.

Predominan las posiciones de que no es posible flexibilizar la política fiscal ante los altos montos de la deuda. El problema es que las políticas de austeridad, más que reducir el monto de la deuda, lo incrementa, pues al restringir la actividad económica, el gobierno recauda menos, y prosiguen las presiones sobre las finanzas públicas y el monto de la deuda.

Asimismo, el menor crecimiento económico, incrementa las presiones de oferta sobre la balanza comercial, así como la deuda externa, tal como ha venido aconteciendo.

Si el gobierno quiere reducir el monto de la deuda, tiene que gastar más para reactivar la actividad económica y así poder recaudar más, para hacer frente a sus obligaciones financieras. El gobierno recauda lo que gasta, si el gasto tiene efectos multiplicadores internos a favor del ingreso de las empresas y trabajadores, al aumentar el ingreso nacional, se incrementa la recaudación tributaria y se reduce el monto de la deuda.

Para reducir el monto de la deuda, el ingreso nacional y la recaudación tributaria tienen que crecer más que la tasa de interés, para así poder pagar la deuda y reducir su monto. Para ello, es importante que el gasto público actúe a favor de la actividad productiva para reducir presiones sobre precios y el sector externo, para así frenar las alzas de la tasa de interés.

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