Peña Nieto no le cumplió a Zacatecas. Fue un Presidente que abandonó al estado y lo marginó en las decisiones presupuestales esenciales. En 2014 se decidió cambiar el esquema del manejo de la nómina educativa, quitándole a los estados la posibilidad de administrar al personal docente. Por ello las entidades federativas no manejan ni bien ni mal la nómina: sencillamente no la manejan. A partir del 2015, Zacatecas produce un déficit que no ha podido cubrir porque no tiene capacidad de generar recursos propios para pagar a sus maestros. Es decir, para el pago de la nómina magisterial dependemos totalmente de los recursos federales. Por ello, cuando la Secretaría de Hacienda decide no reconocer una parte importante de la plantilla de profesores dentro del Fondo de Aportaciones de Nómina Educativa del ramo 33, está condenando a la entidad al déficit. Aproximadamente son 900 plazas las que la Federación debe asumir en su programación de gasto de Aportaciones Federales. Pues bien, el gobierno de Peña Nieto no lo hizo al inicio del FONE (el paso al ciclo 2015). Es cierto que hubo errores en la administración de Alonso Reyes en dicho trance, pero bien se pudo corregir el error en el primer año de Tello Cristerna, y sin embargo, Hacienda no lo quiso hacer. El ciclo 2017 y 2018 igualmente quedó sin resolver.
Otra afrenta del gobierno de Peña contra Zacatecas fue cuando se solicitó al Gobierno estatal que consiga recursos propios para solventar su déficit educativo, y el gobierno de Tello crea el conocido ‘impuesto ecológico’ y, sin vergüenza alguna, el gobierno de Peña litiga contra Zacatecas respaldando los intereses de las mineras; sin resolver el tema de dicho déficit. La única solución que hay al problema que señalamos es que Gobierno Federal se decida a cumplir con su obligación y asuma completamente la nómina de los docentes. La pregunta es, ¿en qué momento y bajo qué condiciones lo hará?
El nuevo gobierno llega con el país hecho un horror. Por eso, para transitar a esquemas de financiamiento de la educación tiene necesidad de un poco de tiempo. Así las cosas, la propuesta de adelantar recursos del 2019 puede ser una manera de tener ese tiempo que requiere. Y de enero a marzo (recordemos que las ministraciones son trimestrales) se puedan encontrar los fondos para financiar la nómina de la que hablamos. El endeudamiento no es opción, el efecto de esta medida es mala hierba. Se puede también explorar la posibilidad de que el gobierno federal, con esta nueva dirigencia, retire el litigio en torno al llamado impuesto ecológico. Y con esto, permitir que el estado recupere mil 600 millones de pesos anuales. La unidad de los legisladores zacatecanos, y su respectiva sincronización con el gobierno estatal, es condición esencial para resolver el problema. Y para alcanzar la sincronización hay también un par de condiciones: transparencia del manejo de los recursos estatales y acuerdos sobre las estrategias para mejorar la calidad de la educación de los niños zacatecanos. Pero es muy importante que se logre solventar el déficit educativo, porque de otra manera se puede trastocar toda la estabilidad financiera del estado.
