La Gualdra 364 / Festival Internacional de Poesía Ramón López Velarde 2018
¿Qué podría yo ofrecerle a mi pobreza,
si no mi vida, un par de botones sueltos,
mi casa en sombras, el plato que lava
el hambre, el viejo Montecristo que guardé
para fumarlo un día feliz? ¿Qué espacio
digno puede darle mi corazón ahora
que se ha convertido en un zapato roto,
una jaula sucia y sin pájaros, tintero seco,
brújula sin caja ni aguja ni espejo?
¿A dónde caminar con ella? ¿A dónde
llevarla a pasear? Casi no me atrevo a
alzar los ojos de vergüenza. Casi no
me atrevo a escribir estas líneas si no
fuera porque en ellas espero encontrar
algún mínimo sitio limpio para darle alojo,
para entibiar con un poco de mi aliento
su frío, para decirle, no quise ofenderte,
no te vayas, eres siempre bienvenida.
*Ciudad de México, 1954.