■ Hay una disputa en torno a las ideas y las propuestas de transformación: Márquez
■ Investigador considera que la universidad está llamada a tener una función más importante y participativa
La conformación del gabinete del nuevo Gobierno Federal evidencia contradicciones y ambigüedades, por lo que hay indicios de que serán preservados los ejes sustanciales del modelo económico neoliberal, opinó Humberto Márquez Covarrubias, investigador de la Unidad Académica de Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
“Es un modelo que a todas luces es insustentable porque está apoyado en una gestión del despojo territorial, del desmembramiento del tejido social y de la violentación de los derechos humanos”, indicó.
En ese sentido, expuso que hay una disputa en torno a las ideas y las propuestas de transformación y cambio y a la formulación de las políticas públicas durante la administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador a partir de este sábado, debido a que en su gabinete emergen actores estratégicos del sector corporativo y de grupos de poder que plantean la preservación del modelo económico, político y social actual.
Las contradicciones y ambigüedades en el gabinete se evidencian, dijo, en los nombramientos que se han dado a conocer en las diversas secretarías y dependencias, ya que muchos de sus titulares son actores políticos provenientes de diversas corrientes políticas, desde la izquierda hasta la derecha.
Márquez Covarrubias manifestó entonces que el nuevo gobierno no está exento de contradicciones y el primer desafío que enfrentará será el desmantelamiento del proyecto de desarrollo neoliberal, aunque un sector de sus integrantes plantea continuar con él.
“En este terreno de disputa política, y cultural, sale a la palestra de que la universidad pública asuma su papel estratégico como no sólo formador de científicos, tecnólogos, profesionistas, intelectuales, sino también como la fuente que genera el conocimiento, las ideas, los proyectos y las políticas de transformación”, indicó.
Es decir, consideró que la universidad está llamada a tener una función más importante y participativa en ese sentido, pero para que ello sea posible se requiere que esta sea también transformada, de ahí que es relevante un proyecto de reforma o refundación.
Esa transformación de la universidad, agregó, implica la necesidad de erradicar su neolibaralización, modelo que se impuso en las instituciones de la educación superior a partir de la década de los 90 del siglo pasado.
De acuerdo con Márquez Covarrubias, “varias políticas diseñadas desde la órbita del Estado han penetrado a las universidades públicas y poco a poco las ha ido fulminando. Una de las políticas que ha sido fulminante es la de austeridad y ajuste a partir de que el financiamiento público para el desarrollo institucional se ha estancado e incluso en el largo plazo ha decrecido, a la vez que el Estado ha aumentado recursos para el pago de la deuda externa o para la militarización”.
