El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en quien reconozco y admiro lo que considero la cualidad más grande que pueda tener el ser humano, la tenacidad, que es ejemplo a seguir para todos; en el éxtasis de su mayor gloria, ha considerado otorgar el perdón a los que saquearon el erario público, excepto para aquellos cuya situación jurídica hoy está en manos de jueces y agentes del ministerio público.
El argumento: la paz social. Evitar que los grupos económicos, a partir del poder que el dinero les proporciona, agudicen el desquiciamiento del tejido social.
En un país democrático un presidente puede, ciertamente, otorgar perdón individual, que es el indulto en aquellos casos que la propia legislación penal dispone: por razones humanitarias, cuando la cárcel resulta excesiva por edad o enfermedad, cuando el reo casi cumple su condena y su comportamiento ha sido positivo y, sobre todo cuando el reo realizó durante su vida en libertad servicios a la patria dignos de ser reconocidos.
Para un perdón del tipo señalado por el Presidente, resulta indispensable que los beneficiarios hayan sido juzgados y sentenciados y, que la sentencia haya causado estado, que no pueda ser modificada.
El planteamiento del Presidente debiera referirse a una amnistía que el Congreso decrete. Se trata de una ley de aplicación general cuando se cumplen determinados supuestos. Y, ¿cuál es el supuesto que nos dejaría satisfechos a los mexicanos? A los que votamos por López Obrador y hasta a los que no: LA DEVOLUCIÓN DEL DINERO SUBSTRAIDO DEL ERARIO PÚBLICO O LA REPARACIÓN DEL DAÑO CAUSADO.
Debe tener por seguro nuestro presidente, que como él, millones de mexicanos no somos de venganza, pero sí somos de vergüenza, y de sentido de justicia.
A los mexicanos no nos resulta imprescindible que se castigue con cárcel a los políticos mal llamados servidores públicos que se enriquecieron a costa del dinero que iba destinado a obra social, pero sí nos interesa que regresen lo que se llevaron. Y en esto hay coincidencia de todos, incluyendo a priistas y panistas honestos.
Los recursos económicos que se llevaron ilícitamente los deshonestos, pertenecen al pueblo y nadie, ni siquiera el Presidente puede autorizar que dispongan cual si fuera propio.
La propuesta es la siguiente: Que reintegren el dinero o recursos económicos de los que se apoderaron indebida e ilícitamente y que la pena sea tan baja que inmediatamente queden libres en lo que a lo corporal se refiere.
Ahora, con el nuevo sistema de justicia penal estilo norteamericano, esta propuesta es de fácil aplicación: El político o funcionario saqueador se declara culpable y reintegra los recursos. Se suspende el procedimiento de juicio oral y se desvía al procedimiento abreviado donde el Ministerio Público propone la pena aplicable (de tres días puede ser), el Juez la impone y que se vaya a su casa, pero sin que se le olvide al juez incluir en la sentencia la inhabilitación para ocupar cargos públicos durante 50 años o más. Para asegurarnos…
A manera de conclusión, coincidimos con nuestro Presidente: ¡Perdón humano!
¿CABALLO DE TROYA Y LA INTERRUPCIÓN A LA GOBERNANZA DE IZQUIERDA?
“MONREALISTAS EN LA LISTA DE DELEGADOS FEDERALES” TripleErre.
Preocupación ha causado a la gran base de morenistas por convicción y actitudes la información publicada en redes vía TripleErre, que destaca la inminente designación de ex priistas que luego fueron perredistas para luego, en la debacle del PRD, retornar al priismo, así como de panistas que luego fueron priistas y que ahora todos anhelan ser considerados (desde luego sin la esencia de ser) como morenistas.
La preocupación no es tema menor, si consideramos que Morena despegó y ganó, pero que falta su consolidación como partido único de izquierda y con actitudes de gobernanza, pero sobre todo con ideología de izquierda. Con los ejemplos que sirven de guía: Morelos, Juárez y Cárdenas.
El Partido de la Revolución Democrática, que nace de la verticalidad y de la izquierda representada por los partidos Mexicano de los trabajadores y Socialista Unificado de México, con el complemento del Partido Comunista y del Movimiento al Socialismo, se fue carcomiendo con la introducción de elementos ajenos a su ideario político y que entraron en tropel en cuanto este partido va asumiendo el gobierno en algunos estados y en el entonces Distrito Federal.
“La naturaleza no da saltos” y si es verídica la información que trasmite “Tripleerre”, sería el retorno del oportunismo y, lo más grave, la interrupción de gobernanza de izquierda. Cuando menos en nuestra entidad.
Los militantes de Morena retornaremos a la lucha en defensa del partido y del derecho a ser gobierno. El proyecto es de izquierda y es el rumbo de México.
OTRO GRANDE QUE SE VA
EL fin de la semana pasada, murió Don Jesús Salmón Álvarez. Grande como ser humano y grande en el casi extinto arte de la marquetería, la formación de figuras a través de la incrustación de diversos tipos de madera sin el uso de colorantes que tanta fama generó a nivel nacional como fuera de México.
Hemos insistido en la necesidad de recuperación del arte de marquetería que desarrolló en el municipio de Guadalupe, como en el arte en textiles de Guadalupe y Villa García. Los grandes se hacen ausentes y luego todo se pierde en la negligencia de las autoridades.
Vaya desde esta columna nuestro respetuoso saludo a la familia Salmón. ■
