En México desde que comenzamos con la vida democrática hemos sido gobernados por un mismo sistema, aquel sistema y forma de gobierno que se anheló una vez que triunfó la Revolución Mexicana fue pervertido dejando de lados los ideales y principios de dicho movimiento por generaciones de políticos que han planteado por encima de todo el servirse del pueblo y no servir al pueblo. Han sido una gran cantidad de partidos políticos los que han arrojado diversos personajes de la vida política del país, algunos con grandes aportaciones a la nación y otros más que han ocasionado grandes daños a la misma, se han calificado así mismos como partidos de izquierda, centralistas y de derecha según los principios, los ideales y sus objetivos como instituciones políticas, sin significar que realmente lo sean.
El Partido Revolucionario Institucional surgió en el año de 1929 por la propuesta del presidente Plutarco Elías Calles con el nombre de Partido Nacional Revolucionario cuyos principios e ideales eran los de la Revolución Mexicana, posteriormente se convertiría en lo que fue el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en el año de 1939, mismo año en el que surgen otros partidos políticos cuyo objetivo era el de ser la oposición al hasta ese entonces partido único en el país, entre ellos surge el Partido Acción Nacional (PAN). Fue hasta el año de 1946 que surge el partido que en la actualidad conocemos como el Partido Revolucionario Institucional, mismo que ha gobernado desde su nacimiento hasta la actualidad, a excepción de un periodo de doce años en los que el Acción Nacional logró llevar a la presidencia a dos de sus actores políticos. El Partido de la Revolución Democrática surge hasta el año de 1989 como un partido cuya ideología es de izquierda y que en la actualidad se ha visto declive.
Estos tres partidos políticos han sido los principales en el país, los de mayor fuerza y entre los que se han ido traspasando el poder, el PRD ha sido el único partido que no ha logrado obtener el triunfo en la Presidencia de la República. En la actualidad ninguno de los tres se hizo del poder presidencial ni de la mayoría en las cámaras alta y baja como lo habían logrado durante años, la principal causa ha sido la corrupción que durante años han practicado, la impunidad que brindan a sus principales operadores políticos y allegados, así como el gran porcentaje de inseguridad, pobreza e injusticia en la que han sumido al país, los tres partidos han sido culpables y cómplices entre sí, todos han gobernado estados, ayuntamientos en incluso han logrado curules mediante los cuales hubiesen logrado algún cambio en beneficio de los mexicanos, ninguno lo logró, por el contrario implantaron un sistema cuyo principal eje rector es el de la corrupción e impunidad.
El día de hoy da inicio una nueva etapa en la vida pública y política del país con un nuevo gobierno cuyo objetivo principal es el de cambiar todo un sistema político y económico que se ha visto sobrepasado por la corrupción y que ha evitado el progreso del país, si bien es cierto que existieron aciertos que hay que reconocer, no se ha logrado combatir ni la pobreza, ni la inseguridad ni la injusticia, lo que ha opacado las acciones certeras. Este nuevo gobierno que hemos elegido más de 30 millones de mexicanos a través del voto libre y secreto, tendrá un gran compromiso, rescatarnos de la deuda histórica, disminuir el más del 50% de mexicanos en condición de pobreza, combatir la inseguridad que azota el territorio nacional, disminuir la injusticia social, regenerar el tejido social, cambiar el sistema político y crear una cultura política entre la población, algunas acciones han sido emprendidas, sin embargo, ya iniciado el sexenio se deben redoblar esfuerzos para lograr un cambio en el país, la crítica y autocrítica serán necesarias, el reto es enorme.
Hasta el momento la ciudadanía ha mantenido su respaldo a un proyecto de nación que comenzó en el Congreso federal hace tres meses y que comienza una nueva etapa hoy primero de diciembre con Andrés Manuel arribando al poder, le toca a la izquierda demostrar con hechos que se puede gobernar con el pueblo y para el pueblo, la toma de decisiones adecuadas y la aplicación de políticas públicas será primordial para lograrlo, evitar los vicios que la izquierda ha cometido en otros países y que actualmente los llevó a sufrir derrotas electorales por haber caído en la tentación de la corrupción, por haber permitido que los allegados cometieran errores, en México esto está sepultando al PRD y al PRI electoralmente; morena, el presidente electo, la oposición y los mexicanos tenemos un gran compromiso, lograr la cuarta transformación del país. La historia de un nuevo país ya ha comenzado el primero de julio, hoy comienza la historia de una nueva forma de gobernar y de hacer política. ¿Estaremos todos a la altura? ■
