■ Buscan echar abajo la inscripción de este documento en el Registro Agrario Nacional
■ Aseveran que detectaron situaciones fuera de la ley como la falsificación de firmas
Este jueves un grupo de ejidatarios afectados por la construcción de la Presa de Milpillas acudió al Tribunal Unitario Agrario, ubicado en Guadalupe, para demandar la nulidad del acta de la asamblea ejidal que se llevó a cabo el 29 de abril de este año.
Grecia Rodríguez Navarro, representante del Observatorio de Conflictos Mineros y quien acompañó a los ejidatarios al tribunal, aseguró que buscan echar abajo la inscripción de este documento en el Registro Agrario Nacional (RAN) debido a que detectaron situaciones fuera de la ley como la falsificación de firmas.
Esta acta, apuntó, “no tiene las firmas correspondientes con la votación para que se aprobara el cederle a SAMA (Secretaría de Agua y Medio Ambiente) 11 hectáreas y porque detectamos que existen más de 10 firmas falsas de ejidatarios con las que se ampararon” para inscribir este documento “ilegal y manipulado” en el RAN, instancia que a pesar de las irregularidades lo aceptó.
Uno de los ejidatarios de El Potrero, Noé Sánchez, leyó un posicionamiento en el que se hizo un recuento de la situación que han vivido los habitantes de la zona desde que iniciaron los primeros trabajos de la Presa de Milpillas en sus tierras.
Recordó que hay denuncias interpuestas ante el Ministerio Público “por amenazas e intimidaciones”, así como quejas en las comisiones estatal y nacional de Derechos Humanos, y también en el Órgano Interno de Control de la Procuraduría Agraria Nacional por abuso de autoridad del delegado en la entidad de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Arnoldo Rodríguez Reyes.
Durante una entrevista dada a los medios de comunicación en la entrada del Tribunal Agrario por los ejidatarios, una decena de mujeres se presentó en el lugar y gritaron consignas a favor de la presa y exigiendo que se lleve a cabo el proyecto para que el agua llegue a Guadalupe.
Al ser abordadas por los medios de comunicación, en un primer momento se negaron a dar sus nombres y luego sólo una de ellas dijo llamarse Laura Medina Gálvez. Desconocieron los detalles del proyecto e inclusive no supieron cuál es el nombre de la presa que se pretende construir en el municipio de Jiménez del Teul.
Tampoco quisieron hacer público de qué colonias o comunidades venían ni cómo se enteraron de la reunión que los ejidatarios iban a tener en estas instalaciones. Únicamente gritaron sus consignas y aseguraron que no fueron contratadas por nadie para acudir a este lugar, señalando, además, que pertenecen a todos los partidos políticos “menos a Morena”.
Grecia Rodríguez Navarro consideró que la presencia de este grupo de mujeres “es un acto más de gobierno para seguir coartando los derechos y seguir confrontando a la población, diciendo que lo que estamos haciendo nosotros es algo negativo. (…) Trataron de quebrarnos la rueda de prensa”.
