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jueves, 28 marzo, 2024
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México Lindo y Podrido… y Zacatecas otro tanto La UAZ, un barril sin fondo

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Por: JOSE DE JESUS REYES RUIZ •

Los universitarios EXIGEN no piden, no negocian, exigen; sin darse cuenta que en mucho son culpables de los que les tiene en la bancarrota. Eso si no ceden ni un milímetro las enormes compensaciones que han acumulado a lo largo de su historia, ni mucho menos reconocen las enormes irregularidades que se dan al interior de una institución que hace ya muchos años no ha tenido un liderazgo verdaderamente académico de una persona capaz de cambiar el curso de las cosas, sino que ha sido utilizada como un trampolín político para acceder a puestos en las legislaturas locales y federales y desde ahí hacer como que hacen o bien haciendo oídos sordos ante la crítica situación que se vive.
A nadie nos queda duda del valor de la UAZ dentro de la sociedad zacatecana, muchos – como un servidor – aun recordamos cuando nuestra universidad recientemente nacida del cascaron del INSTITUTO DE CIENCIAS hace ya medio siglo, era un ejemplo en esta zona centro norte del país y recibía alumnos de las entidades cercanas principalmente de Aguascalientes y Durango donde no se tenía un centro de estudios con las características del nuestro.
Eran si otros tiempos, como olvidar a rectores como Abraham Torres o Díaz Casas. ¿Qué es lo que paso después? En aquellos tiempos era un orgullo ser maestro – como personalmente le escuche decir al Lic. Almanza – los honorarios de los académicos eran prácticamente simbólicos y estaban ahí porque ahí se habían formado y por qué sentían que le debían algo – o mucho – a esta su institución y a la sociedad zacatecana. Eran – sin lugar a dudas – personalidades que ponían por delante los intereses de la comunidad antes que los propios porque al final de cuentas tenían una seguridad en sí mismos de la que las siguientes generaciones carecen y por ello buscan hacerse de recursos muchas veces mal habidos, o de puestos dentro del malogrado sistema político para asegurarse su futuro.
Parecen ignorar que México es un país hoy por hoy al borde de la quiebra, nunca hemos sido boyantes en cuanto a la economía, pero después de que un grupo de gobernantes PRIANISTAS exprimieron al máximo a nuestro pobre México durante ya casi siete lustros de políticas neoliberales, nuestra situación es precaria aunque muchos no lo entiendan. La pregunta sería: ¿No tendrían que ser los académicos de la UAZ quienes comprendieran que estamos en tiempos de las vacas flacas? que los tiempos de las vacas gordas fueron utilizados por las cúpulas politicoempresariales para desviar recursos a los paraísos fiscales sin importarles que cientos de miles, millones de mexicanos engrosaran las filas de la pobreza y la pobreza extrema.
Y ahora sin entender lo que no entienden pretenden realizar marchas y EXIGIR una y otra vez lo que sienten que les corresponde, pero sin ceder nada a cambio, como si los recursos pudieran salir de la nada como si todo fuera como imprimir más billetes y repartirlos así como así.
La realidad es muy diferente, en una situación de CRISIS como la que actualmente padece nuestra máxima casa de estudios – y otras 9 más en el país – se requiere de una negociación intensa donde se busquen términos medios, se trata no solo de pedir sino también de ceder algunos logros que se han venido acumulando porque de otra forma no hay dinero que alcance y esto es eso, lo que no entienden.
Los universitarios o más bien los académicos de las universidades públicas durante las últimas décadas fueron acumulando una seria de beneficios y prebendas fuera de sus salarios de base que tarde que temprano – deberían saberlo – provocaría la quiebra financiera de sus instituciones,. Y lo hicieron por que eran las formas de hacer políticas siguiendo las enormes compensaciones de los trabajadores de PEMEX que por ejemplo que en los tiempos – hace ya casi medio siglo – en que realice mi internado y mi servicio social, duplicaban en sus sueldos lo que los demás ganábamos en el IMSS ISSSTE o SSA ¿era esto justo? – CLARO QUE NO – pero entre más gritaban, entre más huelgas hacían, entre más marchaban desquiciando tráfico y complicando al resto de los humildes mortales, más beneficios recibían por parte del estado.
Y CLARO QUE HOY POR HOY NO ESTAN DISPUESTOS A DEJAR DE RECIBIR primas de antigüedad o pensiones que si bien no son las de los magistrados – los máximos chupasangres del país – si son – sin deberlo ser – con mucho superiores a las que reciben los empleados que tienen que sobrevivir con menos de 3 mil pesos al mes – cuando son afortunados de tener una pensión – mientras que muchos – que hasta diputados son o fueron – reciben pensiones de hasta 50 mil pesos en muchas ocasiones sin haberse parado a dar alguna clase en las aulas.
Si quieren que la UAZ sobreviva no solo tienen que prometer la reestructuración de la universidad lo que han hecho una y otra vez en el pasado sin cumplirlo, TIENEN QUE CEDER en lo que se refiere a sus privilegiadas compensaciones, porque es la única forma que el país salga adelante.
López Obrador está trabajando con todas sus fuerzas sin recibir sueldo alguno, y a partir del 1 de diciembre que tome posición se ha reducido el sueldo que tendría que corresponderle en un 60% pero tal parece que nadie quiere hacer lo propio, o si lo hacen es a regañadientes, los legisladores de cámara alta y San Lázaro en el nivel federal y los locales solo se atrevieron a bajarse un 29% pero saben que por debajo de la mesa en comisiones recibirán mucho, mucho más, los señores del sistema judicial defienden a capa y a espada sus prebendas siendo que su eficacia y efectividad en cuanto a la administración de justicia es menor al 2% en un país donde el 98% corresponde a los resultados de la impunidad.
México y los mexicanos esperamos que con el ejemplo poco a poco se vallan obteniendo resultados pero lo primero que se requiere es entender que NO HAY RECURSOS QUE ALCANCEN y entendiendo esto actuar en consecuencia.

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