En medio de protestas, inconformidades y reparto de culpas al interior del PAN, el ex presidente Felipe Calderón renuncia al partido que lo llevó a ser su dirigente, funcionario público, representante popular y presidente de la República. El escándalo fue mayúsculo dado que su salida coincidió con la elección del próximo dirigente nacional.
Acostumbrado a las mieles del poder y en una idea monárquica, el ex presidente entendió que en México, el poder se transmite por sucesión y al margen de toda formalidad, pretendió heredarlo a su esposa Margarita Zavala. Para lograr este objetivo, la promovió a fin de que fuese candidata panista en la elección presidencial 2017-2018. Al no ser considerada idónea, la señora fue vencida por Ricardo quien vivió un tortuoso proceso, con los resultados catastróficos que le ocasionó a ese partido. Por ignorar a su esposa, el enojo de Calderón fue insuperable y evidente, al grado de hacerla renunciar a su militancia, y mediante una candidatura independiente tratar de sentarla en la silla presidencial. Sus posibilidades fueron nulas; en los actos de campaña desolados, tenía como audiencia sólo a sus acompañantes y algunos colaboradores. En lugares públicos, si por alguna casualidad era identificada, voces ciudadanas la llenaron de insultos, exigiéndole justicia para el caso de la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora. Le reprochaban también que, siendo la mujer de un presidente que dejó al país inmerso en gran violencia y ensangrentado a lo largo de su territorio, carecía de autoridad moral, para proponer lo que jamás defendió cuando fue “la primera dama”.
Durante el proceso electoral 2005-2006 AMLO postulado por el PRD, fue justamente su contrincante principal con todas las posibilidades de obtener la Presidencia de la República. La ambición del entonces candidato panista fue excesiva y, logró sembrar y desatar una campaña de miedo y de odio entre la ciudadanía y en contra del candidato perredista. Después del proceso electoral fraudulento, los resultados “favorecieron” “haiga sido como haiga sido” al segundo candidato presidencial panista del siglo XXI.
La indignidad más grande para el entonces presidente electo, fue que el 1 de diciembre de 2006, se le negó el ingreso por la puerta principal al Palacio Legislativo, llegando por una puerta trasera para presentarse ante el Congreso de la Unión, a rendir la protesta de ley como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, acto oficial con el cuál daría inicio al desempeño de su encargo.
Calderón jamás acudió personalmente ante el Congreso para rendir el informe sobre el estado que guardaba la administración pública a su cargo. Tal imposibilidad se deduce de la reforma que sufriera el artículo 69 de la CPEUM, por lo tanto, era enviado a través del Secretario de Gobernación.
Sobre Calderón y su mal gobierno se han escrito textos. Algunos: Julio Scherer García, autor de “Calderón de Cuerpo Entero”; Sanjuana Martínez escribió “La Señora Calderón” y Daniel Camacho Ángel, su libro “Haiga sido como haiga sido. El sexenio de Calderón”. Todos importantes. Me referiré al último, cuya primera edición fue publicada en 2012 por Cal y arena. Universidad de Guadalajara. Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades El texto está conformado por cartones de caricaturas del autor, alusivas al ejercicio de ese gobierno. Lo acompañan textos de René Delgado; Rolando Cordera Campos; Ciro Murayama; María Amparo Casar; Eduardo Guerrero Gutiérrez; Ricardo Raphael; Roberto Zamarripa; Pedro Salazar Ugarte; Myriam Vachez; José Woldenberg y Luis Miguel Aguilar.
Ciro Murayama, en su trabajo titulado “La crítica dibujada de la economía política”.es muy crítico hacia el gobierno de Calderón. .
Indica lo siguiente: “En el ocaso de un sexenio, lejos quedan los días intensos de la campaña de 2006 en que un joven abogado, Felipe Calderón de 43 años de edad, se comprometía a ser “el presidente del empleo”. Las cifras oficiales revelan que en materia de trabajo del que depende el sustento diario del grueso de la población mexicana, vivimos un gobierno (2006-2012) con mediocres resultados: mientras la población económicamente activa (es decir, la población que trabaja o está desempleada) aumentó en 5.13 millones de personas, los empleos formales creados fueron apenas 2.4 millones. A la vez, el desempleo alcanzó récords históricos bajo la administración de Calderón: cuando llegó al gobierno había en el país 1.6 millones de desempleados; cuando lo deja, la cifra alcanza los 2.4 millones, un crecimiento del desempleo abierto del 52 por ciento”.
Por su parte, Julio Scherer García refiere: “Su rostro no era el de un político que llamara a la confianza, a un quehacer común en tiempos difíciles. Se veía malhumorado, huraño; sólo excepcionalmente se le notaba a gusto, contento”.
Sanjuana Martínez hace este señalamiento: “…lo cierto es que siempre los ha perseguido la falta de transparencia en torno a su patrimonio. Socios en la vida y en los negocios, en los últimos años Margarita Zavala y su esposo han incrementado considerablemente sus propiedades inmobiliarias. La más importante es una casa en la colonia Las Águilas de la delegación Álvaro Obregón, en la Ciudad de México, que fue creciendo a medida que mejoraban sus ingresos económicos gracias al ejercicio de a la política”. ■
