■ Explica que fue despedido el 23 de mayo del 2014
Luego de cuatro años y medio de un litigio en que la patronal no acreditó con pruebas las causales legítimas de la rescisión de su contrato, Alejandro Rivera Nieto obtuvo el laudo que mandata su reinstalación como trabajador en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA).
Detrás del despido que ocurrió el 23 de mayo del 2014, se expuso ayer en conferencia de prensa, estuvo un acto de venganza del ex gobernador Miguel Alonso Reyes derivado del activismo político de Rivera Nieto.
De esta manera se dijo, el ex mandatario lo castigó por la organización de un sindicato alternativo al oficialista Sutsemop, pero también por el reclamó que aquel año hizo respecto del descuento ilegal que Alonso Reyes realizó al subsidio al Impuesto Sobre la Renta con el que mermó el salario de los trabajadores de Gobierno del estado.
La cronología referida por Rivera Nieto señala que ya en julio de 2013 había iniciado su activismo para generar al Sindicato Independiente de Trabajadores del Estado de Zacatecas (SITEZ); luego en febrero del 2014 inició el reclamo por el descuento del ISR, y en mayo del mismo año finalmente presentó ante la Junta de Conciliación y Arbitraje los documentos para tramitar la toma de nota del SITEZ, lo que detonó su despido injustificado.
El 9 de octubre pasado fue emitido el laudo que condena a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje a reinstalarlo como auxiliar de mesa, el puesto que tenía hace cuatro años; el mandato se cumplimentará el próximo viernes 16 de noviembre.
Con esta acción Rivera Nieto recuperará todos sus derechos generados en más de 20 años de servicio y los salarios caídos que dejó de percibir en este lapso de tiempo.
Expuso que este no fue un triunfo personal, sino parte de la lucha que ha dado localmente por defender los derechos de la clase trabajadora.
Habló de las dificultades que le implicó como proveedor de su casa el haber sido despedido de manera injustificada, los logros obtenidos a pesar de estas dificultades, y agradeció el respaldo de su familia y compañeros activistas entre los que se encontraban ayer el dirigente del Frente Social por la Soberanía Popular (FSSP), José Santos Cervantes; el líder magisterial Marcelino Rodarte y la defensora de los derechos humanos de las mujeres y niñas, Mara Muñoz Galván.
Santos Cervantes recordó como detonante del despido de Rivera Nieto su reclamo del descuento del ISR; dijo que en el año 2014 le fue comprobado a Alonso Reyes la ilegalidad del mismo luego que la Legislatura local etiquetó un monto por 250 millones de pesos para ese propósito.
De esta manera el mandatario, aseveró, no sólo hizo el descuento de los recursos de manera ilegal a los cheques de los trabajadores sino que desapareció esta bolsa de dinero, por lo que no descartó que se inicie un procedimiento por este tema en contra del ex mandatario.
Marcelino Rodarte se refirió a Rivera Nieto como un luchador social incansable y al logro obtenido mediante el laudo que lo reinstalará en su puesto como “una brizna de justicia”, luego de señalar que en general en el país, los activistas son perseguidos, acosados y encarcelados.
Trajo a colación el episodio que vivió Rivera Nieto en diciembre del 2014 cuando durante una madrugada fue baleado su domicilio e incendiado su auto.
Al respecto de la investigación de estos hechos, el líder del SITEZ dijo que quedó congelada, y recordó que interpuso la denuncia en contra de quien entonces fungía como titular de la Secretaría General de Gobierno, Jaime Santoyo Castro, y el propio gobernador Miguel Alonso Reyes.
“Quedó enterrada esa investigación cuando había elementos bastantes en donde se habría podido identificar quién atentó en mi casa porque había cámaras, y bueno finalmente no se dio, aquí quedo, todo
“Finalmente se le atribuida delito a Miguel Alonso, y finalmente el mismo tiempo nos dará la razón y podrá en su lugar a cada actor político que ha hecho un mal a los ciudadanos zacatecanos, al pueblo zacatecano”.
Mara Muñoz Galván destacó por su parte la relación que por más de 70 años de régimen priista se estableció con los sindicatos constituyéndolos en su soporte corporativo a fin de mantener el poder y el control pero sin interesarse en los derechos de los trabajadores.
Celebró entonces la existencia de expresiones “necesarias” como la que ha impulsado Rivera Nieto, el SITEZ. “Esta osadía le ha costado cinco años de lucha”, dijo.
