Autora: Celeste Yaritza Maya Huerta
Residencia: Zacapu, Michoacán, México
Estaba Valdovinos tomándose
un rico vino cuando en
el acto cívico le tocó
cantar el himno.
Se escuchó un fuerte grito
y se dio un gran brinco;
se golpeó en el banquito
y se abrió su calvito.
Se levantó el pobrecito,
sobándose el coquito.
Vino la Calaca y le ayudó
un poquito.
Llegó el alumno y les
prendió un gran foquito.
Valdovinos, muy agradecido,
le dio un pepino.
El alumno, muy sorprendido,
dijo qué divino mi profesor Valdovinos;
la Calaca, muy furiosa, los reprendió
a Valdovinos y al alumno, quitándoles
su rico vino y el pepino.