Las BAS: por la gestión de la Paz y el Florecimiento humano

La pregunta que persigue a los zacatecanos después de cada evento catastrófico es, ¿se podrá disminuir la violencia en el estado y evitar que los jóvenes sean absorbidos por la delincuencia? Pregunta que se convierte en exigencia al gobierno, lo cual se traduce en marchas, disminución de popularidad de los gobernantes y castigo electoral. Pero a pesar de eso, los gobiernos continúan haciendo lo mismo esperando que ocurran cosas diferentes. Gastando sumas enormes de dinero público en equipar policías, haciendo exámenes de confianza y dando cursos al personal policial. Y se hacen informes donde presume lo que se gastaron en esas acciones, pero al final del día, los resultados son nulos: la realidad es persistente en la altísima violencia que vivimos a diario y los delitos siguen subiendo. ¿Para qué tanto gasto en esa estrategia si no tiene resultados?
Pues bien, ahora la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) se puso las pilas y elaboró una propuesta que despierta una esperanza. Lo sistematizó y lo pactó con gobierno estatal para llevarlo a cabo. El problema al que nos referimos es tan complejo que sólo participando todas las instituciones tiene posibilidad de ser frenado con cierto éxito. El programa se llama Brigadas de Activación Social. Y los actores directos del mismo son jóvenes estudiantes, tanto de la UAZ como de otras universidades. Harán eso que llaman ‘ingeniería de la cohesión social’. Prometen intervenir los factores de riesgo y así disminuir los distintos tipos de violencia y dar a los jóvenes una senda de florecimiento para que, en lugar de ser absorbidos por la delincuencia, se incorporen a la realización de sus personas. Los jóvenes requieren estrategias osadas para que alegres florezcan y no queden enterrados debajo de la contaminación social del muladar de las drogas y la criminalidad. El problema al que se enfrentan no es sencillo, pero es necesario buscar e intentar nuevos caminos.
Viene el presupuesto 2019. Estaremos atentos a la manera en que traten presupuestalmente a este tipo de programas. En el presupuesto se ven las verdaderas prioridades de los gobiernos. Pero si le hacen caso, y los universitarios ponen el alma en tener éxito, y Zacatecas mejora efectivamente sus niveles de violencia, entonces sabremos que hemos encontrado un camino verdadero. La búsqueda se habrá convertido en Encuentro. Pero se requiere apoyo decidido de las autoridades, tanto gubernamentales como universitarias. Le estaremos dando seguimiento al programa: seremos objetivos en nuestras afirmaciones, si vemos errores lo señalaremos y si hay desviaciones las denunciaremos. Y si hay aciertos los daremos a conocer. Esta casa editorial está comprometida con la verdad y también con la esperanza. La primera nos obliga a decir las cosas tal cual las vemos, y la segunda a apoyar las posibilidades que prometen mejorar este mundo. Los zacatecanos merecemos la paz. Hacemos votos por que el proyecto de las BAS sea exitoso y cumpla las metas que se
propone.