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lunes, 18 marzo, 2024
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■ Miscelánea “Reforzará López Obrador al Ejército con 50 mil jóvenes” Cabecea Pag. 24 en su edición del 11 de octubre pasado

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Por: AQUILES GONZÁLEZ NAVARRO •

Soldados o policías

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De verdad que me preocupó el enorme costo económico para un país “en quiebra” (López Obrador dixit) y el derroche de energías que significan 50 mil jóvenes, cuando no enfrentamos ninguna guerra con potencia extranjera, ni estamos en condiciones bélicas para combatir en caso de que se diera, como no lo estuvimos cuando nos invadió Estados Unidos y que fuimos despojados de más de 200 mil Kilómetros cuadrados. El equivalente a lo que hoy tenemos. A lo que nos dejaron.
Ahora estamos peor que a mediados del siglo diecinueve. La tecnología en armamento y explosivos ha sido desarrollada “para una tercera guerra mundial” que extermine al planeta y a los que lo habitamos. México no ha hecho inversión significativa al respecto, ¿pero que tal los Estados Unidos, Alemania, Japón, Rusia, Corea del Norte y China?
Ahora, que si los asesores de mi Presidente Electo están pensando en una eventual guerra en contra de El Salvador, entonces pudiera ser, sólo que, lo más posible es que los salvadoreños no se animen pues los mexicanos tenemos fama de entrones: “Nos partieron la madre pero no nos quebraron” solemos decir.
50 mil soldados ¿para qué? ¿Si ya no hay lucha cuerpo a cuerpo y de cualquier manera nuestra vida, nuestras vidas dependen de un hilo de la camisa de un loco como Donald o del aventurero nieto de Kim Il Sung? Y, ni siquiera necesitan venir, con sólo apretar un botón y…. Entonces, 50 mil soldados ¿Para qué?
¿Qué le ganamos la guerra al Ejército Francés que era el mejor del mundo? Sí, pero aquellos eran los tiempos de la bravura, del valor que enfrentaba cuerpo a cuerpo, de las convicciones de Juárez y su equipo y sobre todo del patriotismo de los mexicanos. Imagínese hoy el estado mayor por la defensa de la patria, integrado por ¡Salinas de Gortari, Zedillo, Peña y Calderón y presidido por Vicente Fox haciendo las veces del General Zaragoza! Mejor así lo dejamos, ni nos imaginamos y pasamos a una propuesta alternativa.
Es claro que los problemas de mayor magnitud que afectan a los mexicanos son la corrupción, la inseguridad y la impunidad y que la impunidad es la causa primordial de las dos primeras.
Los gobernadores de la conocida lista de bandidos (Zacatecas presente), robaron porque ¡”Al fin que no pasa nada”!: No van a detectar el faltante y si lo detectan no se atreverá la PGR ni las ahora llamadas fiscalías a proceder, no tienen la anuencia de sus “superiores jerárquicos”, los gobernadores.
Y si se atreven, invoco la aplicación del Código Nacional de Procedimientos Penales, me declaro culpable, derivo la mitad de lo que me robé para reparación del daño y “gastos” de la fiscalía. Esta encausa al procedimiento abreviado y pide una pena de dos o tres años, resisto en la cárcel uno y medio que es lo que queda por los beneficios en ejecución de pena, cumplo mi condena y me quedo con ¡diez mil millones de pesos!
Pero la impunidad, en general del conjunto de delitos, no sólo se da por la aplicación del Código que es copia del sistema penal norteamericano, también ocurre por la deficiencia en la integración de las carpetas de investigación, derivada de la falta, en todos los estados, de una auténtica policía investigadora y las carencias de tecnología de la policía científica: Los peritos.
En Francia, uno de los países que mejor sistema de justicia penal tienen y caso del que conozco, funciona a través de la policía preventiva: la Policía Nacional que atiende las ciudades y la Gendarmería que se ocupa de la campiña francesa. Por otro lado la policía de investigación, la Policía Judicial acompañada de manera imprescindible por los peritos o policía científica con sede en la Ciudad de Lión y con instalaciones sorprendentes y adecuadas.
Todos los policías, preventivos o de investigación, son egresados de escuelas especializadas en el ramo, bien pagados y con el más alto reconocimiento social por su comportamiento y calidad profesional. Los policías judiciales hablan tres idiomas, son licenciados en derecho y con algún posgrado en criminología o sociología criminal.
En México, los estados ponen su mejor esfuerzo en la capacitación de sus policías de seguridad pública municipal y estatal. Ante la carencia de recursos, la capacitación es deficiente y la profesionalización no existe. En el caso de los municipales mal pagados y comprometidos en una “guerra” contra la delincuencia organizada que los hace en extremo vulnerables y que los obliga a aceptar compromisos con los delincuentes por aquello de la ley de los dos metales: “Plata o plomo”.
En materia de capacitación y profesionalización para policías de investigación, poco o nada hacen las fiscalías. No hay recursos dicen los gobernadores. Es policía “el que se anima”, convocado a través de los periódicos, cuando en el caso de los policías de investigación y peritos, debiera ser obligatoria la carrera profesional dentro de una escuela creada precisamente para las tareas de una corporación investigadora. Y ya egresado con título en mano: bien pagado.
Como no se vale la crítica sin propuesta, se sugiere:
Que los recursos que tiene destinados el nuevo gobierno federal para la contratación de 50 mil soldados, se ocupen para la capacitación y profesionalización de veinte mil policías de investigación (ministeriales) y diez mil peritos.
Que para aprovechar la infraestructura del área que ocuparía el nuevo aeropuerto en Texcoco (si no se continuara tal obra), se edifique la Universidad para policías, para la capacitación y profesionalización de policías preventivos o de investigación y peritos.
Que durante los estudios del estudiante de policía, este reciba una beca digna para hospedaje, alimentos y libros.
Serían seleccionados los estudiantes, a partir de propuestas de cada entidad.
El Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y el CONACIPE serían convocados para la elaboración de los planes y programas de estudio y la designación del profesorado a través de concurso.
Ahora, a ver cómo le hago para hacerle llegar mi propuesta al Presidente Electo.■

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