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jueves, 18 abril, 2024
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Hacia un proyecto para el desarrollo integral de Zacatecas

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Por: JUAN FRANCISCO VALERIO QUINTERO •

A doscientos años de la Guerra de Independencia, ciento setenta de la Guerra de Reforma y ciento uno de la Revolución Mexicana, nuestro país continúa sin alcanzar el desarrollo; en cambio, permanece en la dolorosa mediocridad de pensar en grande mientras reproduce un modelo de crecimiento que, de seguir su curso, nunca nos llevará a la tierra prometida pero sí nos hundirá, aún más, en el abismo de la violencia.
Podemos considerar pesimista esta visión del presente y del posible futuro de México pero, como dice una canción de Judith Reyes, compuesta dos años antes de los trágicos sucesos de Tlatelolco, aún tenemos entre nosotros los “Restos de don Porfirio”. De ser así, el país y sus habitantes habremos convertido en inútil el sacrificio de un millón de muertos y cien años para alcanzar el desarrollo. Judith nos invita a la comparación de la historia cuando dice: “Los restos de don Porfirio/en México los tenemos/ahí que lo diga la historia/p’a ver lo que padecemos”.
Comento de paso que en una conferencia celebrada en Oaxaca, en junio de 2015, Eduardo J. Castellanos, jurista doctorado en París, aseguró que los restos de don Porfirio, en efecto, se encuentran enterrados en la Basílica de la Soledad, según su deseo. Los habría traído su esposa, Carmen Romero Rubio, autorizada y apoyada por Lázaro Cárdenas para su regreso a México tras su exilio dorado en Francia.
Pero no necesitamos de los huesos de don Porfirio para comprender y ocuparnos de los problemas del México contemporáneo. ¿Qué es lo que padecemos hoy los mexicanos, a imagen y semejanza del México del porfiriato? Pensémoslo con la composición de Judith Reyes. En una de sus estrofas, la canción que cito dice: “El artículo Tercero/no tiene vigencia plena/porque hasta los sacristanes/le juegan su matatena”. En otra, observa: “artículo 27/parece bueno y sencillo/p’a matarnos en caliente/como a Rubén Jaramillo”. A propósito de la presencia del capital extranjero, dice: “abiertas de par en par/las puertas al extranjero/roba gringo desgraciado/pero échale a mi sombrero”.
Termino con esta canción haciendo un par de menciones. La primera de ellas dice: “Aquí no hay tiendas de raya/ni peones acasillados/somos clase predilecta/nos gusta andar encuerados”. Finalmente, refiriéndose a la condición de la clase trabajadora, apunta de manera burlona: “las huelgas valen un cuerno/para el movimiento obrero/porque con este gobierno/perdemos hasta el trasero”.
¿Qué relación existe entre la realidad que padecemos, como dice la compositora, y las promesas de la Revolución? La evidencia histórica indica que la Revolución fue traicionada por los mismos que gobernaron en su nombre. Es verdad que a partir del cardenismo fueron afectados algunos de los grandes latifundios, abriendo paso a la transformación de los peones acasillados en campesinos. Se trató de un cambio estructural. Pero fue hasta el gobierno de Díaz Ordaz, paradójicamente, que se intensificaron las dotaciones agrarias. A pesar de todo, todavía bajo el gobierno de Echeverría persistía la propiedad extensiva de la tierra en el país y, particularmente, en Zacatecas.
A pesar del reparto agrario, el problema de la tierra seguía influyendo de manera determinante sobre las estructuras económicas, políticas y de clases sociales. Bajo el gobierno de Adolfo López Mateos fue asesinado Rubén Jaramillo, junto con su esposa e hijos, para acallar sus reclamos sobre el derecho de los campesinos a la tierra. A principios de los años 70, las reiteradas peticiones de apoyo a las luchas campesinas en Zacatecas recogidas por los universitarios, llevaron a un grupo de profesores y estudiantes a la formación del Frente Popular de Zacatecas.
La concentración de la tierra y la falta de empleos obligaron a los campesinos zacatecanos a recurrir a la migración, cuyos niveles por habitante son los mayores del país. Bajo el gobierno salinista se reforma la Ley Agraria y se otorga el derecho a la venta de las parcelas ejidales. El resultado es claro y las estadísticas lo demuestran: en Zacatecas tiene lugar un progresivo despoblamiento de las comunidades campesinas a la par que un nuevo proceso de concentración de la propiedad ejidal.
Consecuencia de ello es un envejecimiento de la población rural que puede repercutir en la disminución de la producción agrícola. Sin embargo, esta disminución podría quedar oculta si aumenta el uso de máquinas y tecnología en el campo, tal como ocurre en la industria. No es necesario abundar más para concluir que los propósitos de los campesinos revolucionarios plasmados en el Artículo 27 fueron abandonados, se dice, en favor de la modernización del campo, modernización, por cierto, que convirtió a nuestro país, exportador neto de alimentos, en un cliente de la producción extranjera para conseguir el pan de cada día de los mexicanos.
Por su parte, el Artículo 3° establece que la educación primaria, la secundaria y la media superior son obligatorias. La educación que imparta el Estado, dice, tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia. Señala, además, el carácter democrático, gratuito, laico y de calidad de la educación que imparta el Estado.
Veamos qué pasa en Zacatecas: el 36% de los establecimientos de educación preescolar son privados, así como el 31% de los centros de educación primaria y el 24% de los relativos a la secundaria. Destaca el hecho de que el 74% de los establecimientos de educación secundaria corresponden a la telesecundaria. Este dato puede ser visto como una moneda de dos caras; por un lado, indicaría que la educación secundaria llega a muchos rincones del Estado, ampliando la cobertura educativa pero, por el otro, nos dice que predomina una educación a distancia, una distancia tan grande como la que hay entre la responsabilidad del Estado mexicano frente a su compromiso con la educación. La mayoría de las telesecundarias padece un bajo nivel de calidad que se combate en alguna medida con el esfuerzo de su profesorado.
Antes de mencionar a la educación media y superior, debo señalar que los datos que ofrezco corresponden al Atlas Educativo de la sep, datos, a su vez, obtenidos del Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación básica y Especial 2013. A pesar de la responsabilidad estatal en materia educativa, en Zacatecas el 10% de las escuelas carece de pizarrón, el 25% no tiene silla ni escritorio para el maestro, el 13% no cuenta con mueble para que los alumnos se sienten y el 12% carece de mueble para que los alumnos puedan escribir. Agreguemos a esto que el 40% de los equipos de cómputo no sirve, que el 80% de las escuelas carece de servicios de cómputo e, incluso, de línea telefónica.
A nivel de la educación superior, sólo el 17% de las personas de entre 25 a 64 años de edad en México había cursado la educación superior (universidad) en el año de 2016. Esta es la proporción más baja entre los países de la ocde, según datos del estudio citado. Diez o doce universidades públicas –entre ellas la uaz–, han vivido una crisis financiera tan profunda como permanente. En suma, también en materia de educación el Estado mexicano sale debiendo a la sociedad, y en particular a Zacatecas.
Veamos el caso de China. La Revolución Mexicana inició en 1917 mientras que la china lo hizo en 1949. Debiéramos, por tanto, llevarles una considerable ventaja. Pero, a diferencia de nosotros, China ha hecho del salón de clases y de un alto nivel académico el cimiento del progreso y del desarrollo. Cuenta –en Shanghái–, con un plantel de secundaria que se ha reconocido como el mejor del mundo: Wei Yu. Su presupuesto educativo es de 250 mil millones dólares al año. Cuenta con 160 millones de niños y adolescentes en educación básica y 6.5 millones en educación superior.
Su sistema educativo, similar al de los países desarrollados, obtiene resultados superiores: los niños chinos tienen 3.5 años de ventaja sobre los europeos. La educación primaria y secundaria son obligatorias y gratuitas y su nivel de escolarización es de 99.8%. Los niños de Shanghái, en 2012, tuvieron los mejores resultados en el mundo según el examen pisa. El examen de ingreso a la universidad es el más difícil del mundo: 10 millones de concursantes compiten por 6 millones de plazas. Los rechazados pueden ingresar a más de 287 universidades privadas (con menor nivel académico que las estatales), o bien, ingresar al mercado laboral. Los universitarios, cuentan con albergues y médico. Los padres solamente pagan los útiles escolares.
Volvamos a México. Como sabemos, las reformas al Artículo 27 constitucional crearon la apariencia de una clase trabajadora cuyos intereses legítimos eran protegidos por la ley. En los hechos, tenemos cacicazgos sindicales que, controlando con migajas al movimiento obrero, le sirven en realidad al patrón. Podemos probar esta afirmación mediante dos hechos: primero, recordando el poder político del cual dispusieron Fidel Velázquez, Francisco Pérez Ríos, la Güera Rodríguez Alcaine, Joaquín Hernández Galicia, Carlos Romero Deschamps, Carlos Jongitud, Elba Esther Gordillo, así como sus herederos y cómplices actuales. Todos ellos vivieron, y algunos viven, rodeados de una riqueza equivalente a la miseria a la que condenaron a sus hermanos de clase.
La segunda vía, es el bajo costo de la mano de obra mexicana. Los salarios mínimos de Perú, Bolivia y Ecuador son casi tres veces más altos que en México. En Guatemala son cuatro veces más altos, en Chile y Uruguay poco más de cuatro veces y en Argentina cinco veces y media. Resultado de lo anterior son las elevadas ganancias del capital extranjero y nacional, así como la elevada concentración de la riqueza: el UNO POR CIENTO de la población es dueña de la tercera parte de la riqueza nacional. Otra consecuencia de esto es la contracción del mercado interno; es por ello que crecen nuestras exportaciones, pues el poder de compra interno es escaso.
Es imposible detenerse en muchos problemas trascendentales del México actual, ninguno de los cuales deja de afectar a Zacatecas. Por tanto no hay espacio para presentar las estadísticas de la producción minera y tener una visión completa del tema. Estos datos documentan el saqueo del estado a todo lo largo de sus quinientos años de existencia. Me atendré, pues, a ciertos hechos relevantes. Zacatecas ha producido plata, plomo, zinc, tungsteno y otros minerales no metálicos y, más recientemente, una gran cantidad de oro. Hace pocos años, contaba con la mina subterránea más grande del mundo, en Fresnillo, y la mina más grande a cielo abierto, en Noria de Ángeles.
Desde hace casi quinientos años la explotación minera no ha suspendido su ritmo, ni siquiera en los periodos revolucionarios. En estas cinco centurias, la plata de Zacatecas ha inundado el mercado mundial. Nuestros yacimientos han financiado el desarrollo industrial de países como Inglaterra, Francia, Alemania, Canadá y, desde luego, el de nuestros amables vecinos de Norteamérica.
¿De qué tamaño será esa riqueza? Un viejo gerente de la Compañía Fresnillo me dijo hace años, y me lo ratifica hoy un ex director de la Unidad Académica de Minas de la uaz que, si pudiéramos unir los túneles y tiros de la mina de Fresnillo en un solo túnel, unirlo y dirigirlo a la cdmx, llegaríamos hasta Puebla. Pero, ¿qué ha quedado de esta riqueza a lo largo de quinientos años en Zacatecas?
La respuesta es simple: miles de mineros muertos de silicosis, algunas iglesias y edificaciones de hermosa arquitectura, una peligrosa contaminación, depredación de la tierra y un despiadado saqueo del agua. Algunas mineras en activo actualmente rebasan con un MIL POR CIENTO los límites de emisiones contaminantes permitidos. Y nadie, ni las autoridades, hacen absolutamente nada.
Si alguien piensa que estas afirmaciones son exageradas, lo invito a decir cuántos capitales zacatecanos provenientes de la minería se han formado, cuáles de ellos y dónde apoyan el desarrollo del estado. Pero, en honor a la verdad, los zacatecanos hemos sido incapaces de defender nuestros recursos naturales, de pensar un poco como el innombrable Donald Trump: Zacatecas first. Lo mismo sucede con los beneficios que genera la ganadería, pues exportamos ganado en pie para luego importar carne procesada. ¿Y qué decir del agua? Tenemos una planta cervecera de las más grandes del mundo a dos mil quinientos metros snm, sin ríos, lagos o precipitaciones que sostengan la recarga de los mantos acuíferos, asegurando la desertificación de la tierra en un futuro no lejano.
Esta conclusión resulta definitoria del fracasado modelo económico que ha seguido el país y eclosiona en Zacatecas: cuando el agua, el oro, la plata y el resto de los yacimientos se agoten, los capitales extranjeros habrán engordado sus cuentas bancarias en la misma cuantía que reproducen la miseria de nuestra entidad. Luego harán maletas, se marcharán y solamente volverían si pueden llevarse nueva riqueza. Esta es una realidad que hemos vivido durante quinientos años y de la que parecemos no haber aprendido nada. Nuestros gobernantes locales se solazan brindando facilidades al capital extranjero que niegan a los nacionales. Parecen pensar que las maquiladoras son la ruta de nuestro desarrollo, cuando todo ello es la garantía de continuación de aquello que nos hunde.
Quiero terminar con una referencia clara para señalar que a la Federación –debo decir al pri- Zacatecas no le ha interesado nunca más allá de la captación de votos y el control de ciegos feligreses. El gobierno federal concentra la recaudación tributaria y “asigna” lo que a una burocracia ineficiente, y frecuentemente corrupta, le viene en gana. De cada peso que las finanzas públicas locales ejercen, aproximadamente NOVENTA Y SEIS CENTAVOS proceden de la Federación. La “asignación” de recursos a las entidades no considera la contribución efectiva al producto social de cada una de ellas.
En resumidas cuentas, el modelo económico vigente se ha basado en el sometimiento al extranjero, en el extractivismo ignorante e irresponsable de los recursos naturales y el destierro de los zacatecanos: en efecto, la verdadera sustancia de las políticas públicas aplicadas en el estado, expresan el menosprecio de las necesidades de nuestros niños, jóvenes, mujeres, ancianos y enfermos. Al sistema político mexicano no le ha importado la calidad de nuestra educación ni el cuidado de nuestro medio ambiente, como tampoco la calidad de nuestra salud. Es momento, por tanto, de reconocer que los ciudadanos tenemos derecho a exigir que esta democracia que renace no se limite a tomar papeles arrugados con la mano izquierda mientras que, con la derecha, se llena los bolsillos. Su responsabilidad es grande y mucha nuestra urgencia del cambio.
Es por ello que un grupo de académicos de la uaz ha elaborado un extenso documento que en el que se encuentra el análisis y las precisiones que impone la planeación del desarrollo. Ese proyecto anuncia el interés ciudadano de dar seguimiento a la obra de gobierno mediante propuestas nacidas del reconocimiento de nuestras necesidades. El documento al que me refiero lleva por título: Proyecto para el desarrollo integral de Zacatecas.
Finalmente, no falto al respeto de nadie si remarco que el Estado mexicano es de nosotros los ciudadanos, porque nosotros lo formamos y lo sostenemos; tampoco exagero al decir que los funcionarios gobiernan para nosotros y no para ellos y que los bienes públicos no deben engrosar fortunas personales. Por el contrario, los ciudadanos tenemos derecho a decir que si persiste la negligencia, no alcanzará la paciencia. Invito a mis conciudadanos para que, en palabras de José Emilio Pacheco, Esperemos ahora/la claridad que apenas se desliza. /Nos encuentra la aurora/en la tierra cobriza, faltos de amor y llenos de ceniza. Ha llegado el momento de que los zacatecanos nos sacudamos el polvo de la indiferencia.

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