Lo que nos pesa a nosotros es la deuda con el ISSSTE y con el SAT: Rector
Con el nuevo Gobierno Federal las expectativas son altas, asevera Guzmán
Antonio Guzmán Fernández, Rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), aseguró que las medidas de reordenamiento administrativo que se han implementado han tenido un impacto favorable en el déficit presupuestal, ya que la brecha entre el subsidio que se le otorga y el que requiere la institución ahora es de 190 millones de pesos, cifra inferior al de años anteriores.
“Lo que nos pesa a nosotros es la deuda que se viene arrastrando desde hace tiempo y que tiene que ver con el Issste y con el SAT. Resolviendo ese problema y con este esfuerzo que se ha realizado para cerrar la brecha entre lo que ejercemos y lo que recibimos, sea menor y que haya mejores condiciones y estabilidad”, expresó.
Sin embargo, agregó que con la nueva administración en el gobierno federal “las expectativas son altas. Hay que destacar que la universidad ha hecho un gran esfuerzo por atender a un gran número de jóvenes, pues se atienden a casi 40 mil jóvenes en sus diferentes programas académicos, culturales y deporticos”.
Aunado a ello, comentó que en su administración se ha implementado un proceso para aumentar la matrícula con la misma planta docente, además de reducir la brecha entre el recurso que se le otorga a la institución y lo que se ejerce.
Guzmán Fernández reiteró que este año el déficit presupuestal ha disminuido a 190 millones de pesos, a diferencia de otras universidades como la de Morelos, cuyo déficit es de mil 400 millones de pesos respecto al subsidio que se le otorga.
Por otra parte, se refirió a la inconformidad que han expuesto los estudiantes sobre el trato que les dan los conductores del transporte público e informó que, ante en el retraso que hay en el proceso de credencialización, hay el acuerdo de que se respete la credencial del ciclo escolar anterior hasta el último día de septiembre.
De parte de la Universidad, dijo que se agilizará la entrega de 40 mil credenciales que no se ha realizado porque hubo que esperar el corte final de las inscripciones de los alumnos en las diversas unidades académicas.
Una propuesta que puede ser viable, a fin de evitar este tipo de conflictos, es que las credenciales tengan una vigencia de dos años y que se le coloque un holograma que ratifique la inscripción del estudiante, concluyó Guzmán Fernández.
