Va a caer, va a caer, la Reforma va a caer

Desde su aprobación y hasta la fecha, la Reforma Educativa impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto, ha sido motivo de confrontaciones, debates, marchas, violencia de parte del Estado hacia maestras y maestros, así como de múltiples manifestaciones por parte del magisterio y de la sociedad en general. La mayor parte del gremio magisterial, se siente agredido debido al contenido punitivo de la Reforma Educativa; para muchos es una reforma laboral, más que educativa; que atenta contra las condiciones laborales y con la permanencia de las maestras y maestros en sus centros de trabajo. Cabe mencionar que quienes se oponen a la Reforma, no se oponen a la evaluación docente, que es lo que más revuelo ha causado, sino que van en contra de que se utilice la evaluación y otros aspectos de la multicitada Reforma, con fines que poco o nada tienen que ver con mejorar el nivel educativo o con mejorar las condiciones de la educación pública.
El tema de la Reforma Educativa causó una movilización magisterial y social impresionante, digno de quedar en los libros de historia, sus pretensiones y sus consignas fueron tan legítimas y justas, que se convirtieron en compromisos de campaña de quien hoy es el Presidente Electo de México (AMLO); compromisos que se pueden resumir en: la cancelación de la Reforma Educativa. Este compromiso con el magisterio de México lo ha refrendado AMLO cada vez que tiene la oportunidad, incluso, en presencia de EPN, después de que éste, defendiera la Reforma promovida por él y por su partido; AMLO respondió diciendo que dicha Reforma se cancelaría. El compromiso mencionado, no solo es del Presidente, también el Poder Legislativo es parte fundamental de que se abrogue la actual Reforma y se apruebe una nueva donde se tomen en cuenta las opiniones de docentes, padres y madres de familia.
Cumplir con el compromiso de cancelar la Reforma y hacer una nueva; tiene implicaciones legales, lleva un proceso legislativo y administrativo, que llevara su tiempo. Mientras eso pasa ya se están dando los primeros pasos. La lucha magisterial de todo el país fue recordada y homenajeada en la sesión de la Cámara de Diputados del martes pasado cuando diputadas y diputados del Grupo Parlamentario de morena, coreaban la consigna de “va a caer, va a caer, la reforma va a caer”; de esta forma manifestaron el apoyo al punto de acuerdo presentado por este Grupo, consistente entre otros, la suspensión de los procesos de evaluación docente.
Debemos saber que el punto de acuerdo aprobado, es un exhorto, por parte del Poder Legislativo, a las autoridades responsables, a suspender la evaluación mientras se concreta la contra Reforma Educativa; pero la respuesta ya emitida por la SEP, era de esperarse: el proceso de evaluación continuará. Entonces ¿Cuál es que es lo que el magisterio debe celebrar? En mi punto de vista el punto de acuerdo aprobado, aunque no fue aceptado por las autoridades correspondientes, es un gran y primer paso para echar abajo la Reforma Educativa. Se tiene un acto de congruencia de los legisladores de morena hacia sus electores, principalmente hacia las maestras y maestros, puesto que al darse la aprobación de dicho punto de acuerdo, se está dejando clara una postura de parte del Congreso con respecto a un tema que se considera como una problemática.Desde la Cámara de Diputados ya se trabaja para cumplir con el compromiso que se hizo con el magisterio. Entonces, que no quepa duda de 2 cosas: una, que la Reforma se cancela porque se cancela; y dos, los efectos negativos que atentan contra los docentes serán revertidos.
Ya lo ha dicho el Presidente Electo AMLO, lo ha dicho el próximo titular de la Secretaría de Educación y ya lo expresaron con su aplanadora mayoría las diputadas y diputados de morena y de la coalición “Juntos Haremos Historia”: la Reforma Educativa va a caer. Quiero expresarle amable lector, que me considero un defensor del cumplimiento de la ley; pero en muchas ocasiones puede haber leyes injustas y es ahí cuando lo humano, lo congruente y lo moral deben guiarnos; por lo que pienso que aunque se argumente la vigencia de la actual Reforma Educativa y los textos normativos que de ella emanan, las autoridades responsables de los procesos de evaluación, deben ser flexibles, no ganan nada haciéndose los “rudos” en el poco tiempo que le queda al actual régimen. Aferrarse a hacer cumplir una ley que nunca tuvo la aprobación de la población no es lo mejor, las cosas en el país están empezando a cambiar y cambiaran aún más; hay maestros y maestras que están tramitando amparos contra la evaluación; muchos otros por decisión propia, no se evaluaran ni tramitarán amparo, y ¿que ganará el actual régimen con aplicarles la ley de manera punitiva? Si de todas formas va a caer, la reforma va a caer…