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miércoles, 24 abril, 2024
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40 Aniversario del Museo Francisco Goitia

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Por: JÁNEA ESTRADA LAZARÍN •

Editorial gualdreño 351

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Habían transcurrido ya 18 años de la muerte de Francisco Goitia, el artista plástico nacido en Fresnillo en 1882 y que tenía años radicando en Xochimilco, alejado de los círculos capitalinos de artistas e intelectuales, de la sociedad en general. Vivía solo por voluntad propia, dedicado a la oración, la meditación y a la creación artística, en esa choza de la que quizá usted, estimado lector, haya visto algunas fotografías en las que aparece don Pancho -como también era conocido- sentado a la sombra de un árbol o de un pequeño techo de palma, vistiendo de manera extremadamente sencilla ropa de manta, huaraches de suela de llanta y calcetas de lana, sarape del mismo material.

            Corría el año de 1958 cuando le avisaron que su cuadro Tata Jesucristo había sido ganador de la Primera Bienal Iberoamericana de Pintura y Grabado; un cuadro en el que dos mujeres indígenas cubren su rostro anegado por el llanto, una obra terminada por lo menos tres décadas atrás y que había dejado guardada, acaso, para que acumulara más melancolía. Recibió un premio en efectivo que sirvió para pagar deudas, honorarios médicos y medicinas, porque para entonces ya estaba muy enfermo. Vivía solo, rodeado de sus perros.

Ese mismo año, el Gobierno del Estado de Zacatecas encabezado en aquel entonces por Francisco Espartaco García lo nombró Benemérito del Estado, por “la relevante posición pictórica que ocupa en el mundo del Arte, como por su generosa entrega por la causa de los humildes y de la Revolución Mexicana, así como por la merecida distinción de que acaba de ser objeto”; lo anterior fue parte de los argumentos que justificaban dicha distinción al pintor fresnillense, cuyos méritos obtenidos a lo largo de toda su vida le  habían “hecho acreedor a la gratitud de los habitantes de esta Entidad Federativa de la cual es oriundo”.

En 1959 empezó a correr la noticia de que el pintor se encontraba grave, que las enfermedades padecidas durante las últimas décadas y su avanzada edad habían provocado un debilitamiento tal del artista, que se temía por su vida. Finalmente, la madrugada del 26 de marzo de 1960 falleció Francisco Goitia, “Plegó sus alas, volvió a la barranca de las autoflagelaciones y murió poco tiempo después como dicen que mueren los santos”,[1] diría al respecto el pintor José Chávez Morado. Fue velado en la Iglesia de San Bernardino en Xochimilco; y el funeral fue documentado por Rodrigo Moya, quien realizó, a través de las imágenes, una crónica perfectamente detallada de cómo fue recibida por la comunidad la noticia del fallecimiento del artista, de cómo fue llorado por hombres y mujeres y del homenaje que recibió por parte de la orden terciaria de los franciscanos. Pero él ya no quería homenajes… murió deseando tener su propio museo.

Decía al principio que habían transcurrido 18 años ya de la muerte del artista, cuando el gobernador Fernando Pámanes Escobedo inauguró el Museo Francisco Goitia en el edificio que anteriormente fuera utilizado como Casa del Gobernador y llamado también Casa del Pueblo. El 8 de septiembre de 1978 abrió sus puertas el primer museo de arte en nuestra ciudad y el segundo de este tipo en el estado -el Museo de Guadalupe se había fundado en 1917-. El Gral. Pámanes reconoció en su cuarto informe que había sido su esposa, Ana María Rojas, quien había “pugnado en coordinación con el Fondo Estatal para Actividades Sociales y Culturales” para que esta ciudad contara con un museo como el que el próximo sábado cumplirá 40 años. Para celebrar este aniversario se inaugurará este 8 de septiembre, en el museo que siempre deseó tener Goitia, una exposición colectiva de 23 artistas zacatecanos a las 13 horas.

Este sábado 8 también se dará a conocer oficialmente el cambio en la administración de este recinto cultural. Con optimismo recibimos la noticia de que será Adela Bañuelos quien asuma la dirección del museo en sustitución de Lourdes Fava; quedamos en espera de que esta decisión sea para beneficio de un espacio que requiere desde hace tiempo ser revalorado, dinamizado y proyectado como el lugar privilegiado que alberga uno de los acervos más importantes de arte zacatecano. Bienvenida también la noticia de que Álvaro Octavio Lara Huerta asumirá la Coordinación del Sistema Estatal de Museos. Que los cambios lleguen, como avalancha si es necesario, en aras de una administración más eficiente de nuestros espacios culturales.

Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarín

[email protected]

[1] Ponce, Armando, y Rivera, Héctor, “Cuando se habla de los tres grandes falta Goitia; Chávez Morado”, Revista Proceso, 21 de mayo de 1988. En: http://www.proceso.com.mx/150686/cuando-se-habla-de-los-tres-grandes-falta-goitia-chavez-morado [consultado el 20 de noviembre de 2017].

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