Está claro, al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), lo único que le interesa es seguirse fortaleciendo como gremio, no es una organización sindical que se preocupe por defenderlos derechos de los trabajadores del magisterio; ni mucho menos, desean una educación de calidad como suelen pregonarlo. En voz de la Profesora Doyma Ochoa Bautista representante de la sección 40 del SNTE, quien participó en el foro de consulta para la Reforma Educativa, promovido por el próximo gobierno federal, manifiesta la intención de construir solo una agenda educativa, postura eminentemente neoliberal, se asumen como élite tomadora de decisiones sin importarles realmente cuál sea la necesidad y/o petición de los docentes, padres de familia, alumnos y trabajadores administrativos y de apoyo. Dejanasí a los voraces empresarios para que le den “rumbo” al sistema educativo, esto, en pleno contubernio con el gobierno federal en turno, la Secretaría de Educación Pública y, con el SNTE mismo.
Lo anterior es muestra clara que con la liberación de Elba Esther Gordillo Morales y, haciendo uso de sus derechos políticos como lo declaró el futuro Presidente de la República, pueda tomar riendas nuevamente del SNTE; aunque ha afirmado que en su gabinete no tendrá cabida la citada maestra. Es posible que sea más peligrosa en la política sindical que en el gabinete de AMLO; no podemos dudar que en el gabinete entrante se filtre gente que no sea garantía para la transformación que tanto se pregona, habrá que tener cuidado para que no se allegue de políticos arribistas, intelectuales conservadores,voraces empresarios, etc. Bajo esta lógica, reitero, la Profesora Elba Esther solo utilizará al SNTE para vengarse de quienes según ella “la persiguieron políticamente”, no le interesan sus maestros como suele decirlo, ni los alumnos; mucho menos la educación.
No es justo que la Profesora Elba Esther, aprovechándose de la mala administración de su juicio del actual gobierno, quiera reivindicarse involucrando al magisterio, los verdaderos Maestros de México, de ninguna manera participaron con ella en los malos manejos que hizo cuando era presidenta del SNTE, ahora se asume como víctima para fortalecerse y vengarse de quienes a decir de ella “la difamaron”. Quiere encumbrarse nuevamente para tomar como rehén al Sistema Educativo, si ello llega a suceder, lo más seguro es que vuelva a someter a los trabajadores de la educación y se filtre en la Secretaría de Educación Pública. Esto, sin lugar a duda, entorpecería el nuevo proceso que pueda generarse para transformar no solo al sistema educativo, sino a la educación misma.
Es el momento propicio para que Andrés Manuel López Obrador se deslinde de líderes como ella y muchos más que, lo único que les interesa es formar elites hegemónicas para fortalecerse entre sí, dejando de lado las garantías constitucionales a las cuales tienen derecho el grueso de la ciudadanía. Existe una corriente ideológica dentro del SNTE, misma que conformaron la convención “Educadores Mexicanos con Morena”, ¿Quién nos podrá asegurar si detrás de dicha corriente se encuentra o no la Profesora Gordillo?, lo cierto es que la citada profesora por más de 25 años fue aliada incondicional de los proyectos neoliberales, mismos que no deben tener cabida en la próxima administración federal. Si la participación dentro del magisterio de la hoy “víctima” del sistema peñista se hace presente, lo más seguro es que se formen grupos de choque y, en batallas campalestraten de defender lo indefendible; Hoy día ya no se requieren personas que sean líderes sino de personas que promuevan el liderazgo y, a partir de ello generen espacio democráticos para que las decisiones se colectivicen.
La bandera de lucha de Elba Esther es, como lo dijo ella en su declaración, pocos días después de salir de prisión, derrumbar la Reforma Educativa, no lo dice realmente porque tenga la intención de que se implemente un mejor modelo educativo, sino porque desea vengarse políticamente de quienes la llevaron a prisión e implementaron dicha reforma. Es una postura cínica cuando declara que no han defendido “a sus maestros” a sabiendas de que ella fue quien los hundió. En este marasmo educativo, existen toda una serie de controversias derivadas de posturas meramente políticas de actores educativos, esto no debe ser admitido por quienes realmente se encuentran interesados en que nuestro sistema educativo verdaderamente inicie un proceso de transformación.
