Las instituciones educativas no son solo los centros educativos; la familia, los partidos políticos, las organizaciones sociales, la religión, etc., forman parte importante en el proceso educativo. Hace 40 años inicia en México la política neoliberal, consecuencia de ello, se han formado imperios empresariales, mismos que paulatinamente llevan a la privatización de los derechos sociales, el de la educación no escapa a ello. Para el ámbito educativo, esto ha traído toda una serie de perjuicios que no se han podido contener ni detener; el ejemplo más claro es el de la Reforma Educativa, esta solo ha servido para reprimir al magisterio, provocar una ruptura social, y, conducir a los maestros por caminos inciertos en el ámbito de la profesionalización de la docencia, casi me atrevo a asegurar que lo que desean es formatearlos para que se conviertan en obreros de la educación.
Lo propicio habrá que conjugarlo con lo coyuntural, esto quiere decir que, constantemente deberá de transitarse de lo deseable a lo posible;cierto es que a la fecha no se ha hecho notoria una transformación educativa, son muchos los factores que en gran medida, entorpecen y/o bloquean la misma. Enlistaré solo algunos:
La implementación o implantación del nuevo modelo educativo, producto este de una Reforma de igual naturaleza, solo ha servido para reprimir a los maestros, condicionarles su permanencia y hacerlos que pierdan sus derechos que por ley les corresponden.
la promoción de un tipo de educación denominada emocional, donde se dice que la finalidad es encontrarle sentido emocional a lo que cotidianamente se vive, podría ser bueno, sin embargo, las reformas curriculares que la corriente neoliberal han impuesto, no han podido quitarle el estigma empresarial.
El modelo por competencias solo ha servido para entregar el sistema educativo a la voracidad empresarial, solamente justifica la innovación mercantilista de la pedagogía. En consecuencia, no deben ser solo las competencias para el trabajo las que deben estar en juego, sino un aprendizaje donde se movilicen saberes, emociones, valores y actitudes.
En el modelo educativo del actual sexenio, los planes y programas de estudio tienen ligeros cambios pero no modifican la orientación empresarial. Esto quiere decir que la escuela pública sigue siendo un espacio propicio y gratuito para la iniciativa privada.
Por lo general, se les impide a los docentes el que actúen profesionalmente de forma tal que satisfagan necesidades colectivas, esto solo favorece a las clases hegemónicas.
El rubro de formación y actualización de docentes no satisface a las necesidades ni de los docentes ni de los sujetos del contexto educativo, toda vez que se les conduce por rutas de saturación teórica, donde lo único que evalúan es el dominio de conocimientos pero no la habilidad para intervenir su contexto áulico y educativo para que puedan así generar alternativas de abordaje de problemáticas específicas.
En síntesis, en este cambio de régimen que se avecina, ¿hasta dónde llegará la cuarta transformación que AMLO anuncia?, considero que puede ser engañoso hablar de una cuarta transformación, toda vez que se puede pensar que la transformación no se dará sin antes cambiar el régimen político. No se puede cambiar de régimen solamente por la vía pacífica, mucho menos por la vía legal, pensar en un cambio de régimen no implica adquirir compromisos que puedan dar a conocer el reverso de la moneda; tenemos así dos méxicos; uno legal y el otro real.
Por último, considero que la cuarta transformación no debe estar solo en los poderes del ejecutivo sino en el poder de la sociedad civil, esta debe servir de brújula para el presente y para el futuro; en ello, la educación como instituida más que como institución, debe jugar un papel de suma importancia en el devenir de los tiempos. ■
