Felipe Ángeles como el más insólito de todos…

Su último deseo fue dirigir el mismo el pelotón que lo fusiló a los 50 años.
Y se le cumplió.
El mas diestro militar de la Revolución.
Su aparición en 1914 en Zacatecas fue apoteótica, mas por su porte guerrero y por sus hazañas en el mundo de aventuras dignas de novela.
Su abuelo y su padre tenían ya mucho arraigo y templanza militar y destreza triunfante: don Manuel Ángeles en la guerra de independencia y su padre Felipe en defensa de las intervenciones extranjeras. Punto. Esas son anécdotas para niños. No basta.
Basta que se declaró socialista. Detenido junto a Madero y Pino Suarez en la famosa decena trágica, defendió palacio nacional y resguardó como director del Colegio Militar la seguridad del presidente Madero cuando ya se presentía los aires del golpe militar asesino). Entre esos cadetes estaba el padre de Gonzalo Martínez Corbalá, que fue embajador de México en Chile y amigazo del poeta Neruda y del Mártir Salvador Allende).
Pero ganó la malicia y Madero y Pino Suarez fueron asesinados y a él, por su rango militar, se le perdonó la vida pero se le obligó a exiliarse a las uropas.
Que si por órdenes de Madero combatió a los Zapatistas, más adelante se alió a ellos en la convención famosa de Aguascalientes.
En nuestra ciudad cuidó con esmero no se destruyesen edificios históricos entre los estruendos gigantescos de cañones y millones de balas de todo calibre.
Punto.
Tenía ángel, don Felipe.
Lamentaba que la infelicidad de nuestro país no fuese alentada por la reconciliación y el amor y en cambio, el odio y la venganza fuese el pan de cada día. ■