Una de las tareas prioritarias de los gobiernos que están por emprender sus actividades, es lo concerniente al empoderamiento de nuestros hermanos indígenas. Actualmente, los pueblos y comunidades descritos por el artículo 2º de la Constitución Política Federal, se encuentran en el sótano del desarrollo, algunos de ellos discriminados, olvidados y dejados a su suerte ante una multiplicidad de violaciones a sus prerrogativas elementales. Celebro que el Presidente de la República electo, pretenda constituir el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas que sustituirá a la actual Comisión Nacional, además de crear 132 coordinaciones regionales indígenas que atenderán las demandas de este importante sector de la población. En el tomo I de la Serie Derechos Humanos editado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Carlos Quintana Roldán señala que los Derechos Humanos son el conjunto de atributos propios de todos los seres humanos que salvaguardan su existencia, su dignidad y sus potencialidades por el mero hecho de pertenecer a la especie humana, que deben ser integrados y garantizados por los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales para evitar que el poder público y la sociedad, los vulneren o violenten, por tener la calidad de derechos fundamentales. Por otra parte, Antonio Truyol y Serra, contempla que son derechos que el hombre posee por el hecho de ser hombre, por su propia naturaleza y dignidad; derechos que le son inherentes y que, lejos de nacer de una concesión de la sociedad política, han de ser por ésta, consagrados y garantizados. Una vez ubicado el concepto general de los derechos humanos, habrá que hacer la necesaria vinculación con los pueblos y comunidades indígenas, por lo que en este contexto, proponemos la siguiente definición. Derechos Humanos de los Pueblos y Comunidades Indígenas son el conjunto de prerrogativas emanadas de las disposiciones y declaraciones internacionales y nacionales que se orientan a garantizar plenamente la identidad cultural, las tradiciones, territorios, sitios sagrados, lenguas y costumbres de los pueblos originarios, a sabiendas de que son el pilar esencial de las sociedades contemporáneas, por lo que la ley y la justicia, estarán supeditados a lograr su desarrollo, empoderamiento y su plena integración a la vida de México. Ya delimitados los conceptos anteriores, tendremos que idear los mejores mecanismos para la materialización de tales prerrogativas. Así las cosas, los gobiernos morenistasque ascienden al poder el próximo 15 de Septiembre, deben replicar la idea de institucionalizar las políticas públicas que se estructuren para hacer posible el ingreso de nuestros indígenas al desarrollo integral y sostenible, de tal suerte, proponemos: A). Creación del Consejo Municipal de Arte y Cultura Indígena, que convoque a las distintas etnias que convergen en los distintos municipios, con la finalidad de estructurar políticas públicas acordes a sus necesidades, escuchándolos e invitándolos a estructurarlas con el propósito de que tengan operatividad y legitimidad.B). Impulsar el Departamento de Arte y Cultura Indígena, con la finalidad de que se apliquen las políticas públicas propuestas por el citado Consejo y que oriente entre otras cosas, la Feria de Arte y Cultura Indígena en el Marco de la Semana Cultural y la Feria Nacional de Zacatecas, donde los indígenas podrán exponer su arte, su música, gastronomía y visión holística del universo como actores principales de la cultura y no escondidos entre callejones como actualmente se encuentran. C). Establecer un Programa Permanente de Educación Ambiental y Cultura Indígena que pueda presentarse en las distintas escuelas primarias y secundarias de los municipios, con la finalidad de promover la riqueza de nuestras tradiciones, su conocimiento de la naturaleza y la prevención de la discriminación de nuestros hermanos indígenas; es necesario que los jóvenes estudiantes, conozcan la riqueza cultural que tenemos para que aprendan a respetar y valorar a nuestros indígenas, a la vez que acepten plenamente a los estudiantes indígenas que luchan por abrirse paso en escenarios adversos y que desean como muchos de ellos, estudiar para ser elementos positivos en nuestra sociedad. Ojalá que los gobiernos entrantes tengan la sensibilidad necesaria para fomentar el respeto de los derechos humanos de los pueblos y comunidades indígenas cuya puerta de entrada son los municipios que tienen la fortuna de contar con diversas etnias. ■
*Integrante del Consejo Mundial para la
Defensa de los Derechos Humanos
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