Los registros de empleo del IMSS: ¿se puede engañar con datos ciertos?

Los indicadores del desarrollo social son correlativos. Es decir, al modificarse uno, impacta en otros. Por ejemplo, cuando se dan cifras de disminuciones importantes de pobreza, pero los ingresos del trabajo siguen igual, es probable que las cifras anunciadas sean falsas o mal medidas. O, también cabe la posibilidad de cambios en la regla de medir. Por ejemplo, cuando se dijo que la pobreza extrema en México era de 11 millones de personas, y no los 24 millones que se creía, fue porque se diferenció la pobreza alimentaria de la extrema. Se creía que ser pobre alimentario era ya extremo. Sin embrago, el Coneval definió ser pobre alimentario si se carece de 3 o más derechos sociales. Así, lo que cambió fue un concepto, y por ello, modificó la regla. Así, aparecen en la prensa 11 y no 24 millones de pobres extremos. Ahora ya se anuncian 9. Como podemos observar es necesario tener cuidado con las cifras.
Con la correlación entre los indicadores, tenemos que hay pares de indicadores que tienen alta correlación, por ejemplo, pobreza y calidad de empleo. Si hay disminución de pobreza significa que ha crecido la calidad de los empleos (menos precarios). O entre industrialización y urbanización. Si se anuncia que hay más empleos registrados en el IMSS, puede deberse a varias cosas, una es que se hayan creado nuevas fuentes de trabajo, pero hay otras posibilidades. Si hay nuevas fuentes de trabajo, el nivel de consumo general aumenta, porque necesariamente entran al estado insumos para la inversión. Lo cual tiene que reflejarse en el PIB estatal. Si la pobreza no se mueve, ni la demanda agregada o el PIB no aumenta, entonces la cifra de ‘mayores empleos’ es muy probable que no se daba a creación de nuevos empleos, sino a otra cosa. Lo que ocurre es que se formaliza el mismo empleo ya existente en la informalidad. Es decir, es un fenómeno que es más fiscal que económico. Con la formalización se ingresan recursos al fisco y se consigue que esas personas tengan acceso a seguridad social, lo cual es bueno. Pero no hay aumento general de riqueza.
Los gobiernos tienen la necesidad de darle legitimidad a su gestión y para ello anuncian buenas noticias. Como Peña anunciando que es el sexenio del empleo. Sin embargo, la desigualdad ha crecido mucho y la movilidad se ha estancado: ¿cómo se explica este fenómeno? Más empleo, pero con más desigualdad y nada de movilidad. Pues con empleos chafas, de ínfima calidad. Lo mejor es decir no sólo cuántos empleos se crearon, sino cuantos empleos decentes nuevos hay. Es preciso afinar el indicador que hace falta observar. De otra manera nos exponemos a falsas visiones. Se puede mentir diciendo la verdad: es verdad que hay más registros en el IMSS, pero es mentira que eso signifique que hay nuevos empleos decentes. Los comunicadores tenemos la obligación de precisar la información para no engañar con datos ciertos.