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jueves, 28 marzo, 2024
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Compromisos éticos

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Por: JORGE HUMBERTO ARELLANO •

La vida en sociedad se regula por leyes y reglamentos, en teoría; pero la calidad humana de cada individuo no siempre se modifica de acuerdo al engrandecimiento de un pueblo bajo el seguimiento de reglas que supondrían una mejor convivencia en la comunidad. Para James Rachels(1941–2003) la ética no se puede definir puntualmente;representa un problema filosófico difícil de resolver, y en su libro “Introducción a la Filosofía Moral” expone los diferentes puntos de vista generados por diversas corrientes a través de la historia: relativistas, subjetivistas, religiosas, etc. Una de las reflexiones socráticas expone: “no estamos hablando de una insignificancia, sino de cómo debemos vivir”, en el entendido de que el progreso moral del hombre es un factor fundamental para el desarrollo social.Por último, Aristóteles nos convence a muchos que la ética y la política son inseparables.
Después del triunfo aplastante de Andrés Manuel López Obrador en el pasado proceso electoral, comenzaron a circular, casi instantáneamente, una serie de “comunicados” vía redes sociales, en los que se plantea la concientización social como un hecho que se ha de generar en un derrotero automático. De este modo, al momento de llegar una esperanzadora alternativa de cambio político, social y cultural para nuestro golpeado país, se plantea a los lectores, a modo de chanza, la siguiente información: “ya ganó López Obrador, ahora vamos a ser mejores ciudadanos, ya no nos vamos a pasar los señalamientos de “alto” en los semáforos, vamos a ceder el paso a los ancianos, seremos amables con quien lo amerita”, etc. Muy difícil de lograr todas éstas virtudes a corto plazo, considerando la destrucción de la convivencia social en la que se empeñó el saliente régimen, por más de ocho décadas, promoviendo la individualidad negativa como una estrategia de control institucional de las conciencias. No es un secreto arcano la discriminación perpetrada por los más míseros representantes del poder decadente en los medios que aparentemente funcionan como promotores del desarrollo social, principalmente la escuela, por el simple hecho de cuestionar los caprichos viscerales contrarios al avance comunitario efectivo.
Sentar las bases para erradicar las crisis recurrentes impuestas por los gobiernos federales anteriores, resulta ser un proceso que llevará varias generaciones de mexicanos para transformar los vicios y costumbres con las que se aleccionó al pueblo desde 1929 aproximadamente, año en que surge, aunque con siglas diferentes, el partido político que se encargará de entregar los recursos nacionales, incluidala fuerzalaboral de sus habitantes, a los designios del poder mundial. Entonces los gobiernos neoliberales tienen su historia, y en el caso de México ya es añeja. La educación popular y de verdadero sentido humanista tendrá que fungir como el motor de transformación que coadyuve a la generación de otra cultura nacional que garantice los cambios que como broma se plantean los comunicados en redes sociales, y que mejoren la imagen mundial que se tiene del mexicano común.
Crisis económicas que repercuten en los ámbitos social, cultural, educativo y moral del individuo, son la verdadera causa del estancamiento de una nación que inicialmente contaba con todo el potencial para ser un ejemplo internacional, por su calidad humana fundamentada en las cuestiones laborales que permitieran fungir como el oferente de mejores niveles de vida familiar transmisible al entramadogeneral. La incertidumbre de la cotidianidad ha contribuido a la degeneración moral que caracteriza a un buen porcentaje de nuestros connacionales, en un país que tiene como reto personal la sobrevivencia, la no aniquilación, a costa de cualquier medio, en un alto porcentaje de sus habitantes. Esa es la esperanza que ha tomado forma el pasado primero de Julio del año en curso: generar certezas más allá de la sobrevivencia, de alcanzar mejores condiciones de vida, y por ende, de desarrollo.
Me parece que las promesas de campaña de AMLO resultan alentadoras, tras el escenario previamente planteado. El hecho de proponer consultas incluyentes para determinar si se mantienen o se revierten las Reformas Estructurales, incluida la educativa, es ya un avance considerable; ahora el reto del pueblo, es el de tomar la palabra y exigir el cumplimiento,para atestiguar la caída de los engendros legaloides que sólo benefician a los representantes del poder absoluto y sus rémoras. Una administración económica sin privilegios y sin los desvíos recurrentes característicos de quienes administran la corrupción, seguramente sentará las bases para un desarrollo más promisorio, en todos los sentidos.
El gobierno del nuevo presidente de México seguramente no será el garante de un cambio ético en el desempeño individual, pero tiene la gran oportunidad de cimentar las condiciones políticas, económicas y culturales que permitirán eventualmente modificar las características de un nuevo mexicano, respetuoso de las cualidades sociales que engrandecerán el desarrollo armónico de sus conciudadanos. No cabe duda alguna que López Obrador tiene la obligación moral de generar mejores oportunidades de convivencia social, desde el cumplimiento de sus compromisos de campaña. Lo que el mexicano requiere son certezas, que le garanticen el mayor desarrollo individual. En el caso del maestro frente a grupo, el que deja todo su ser por el avance cualitativo de la sociedad, lo que se requiere es la revisión total de la reforma laboral impuesta como educativa, para garantizar el verdadero profesionalismo en su tarea: salarios justos, condiciones laborales adecuadas, pero sobre todo una relación armoniosa entre los componentes de cada centro de trabajo. Las características éticas de la persona seguramente se optimizarán en el caso de la aplicación de un gobierno justo y equitativo, más allá del discurso mediático.

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