Propuesta de creación fue entregada hace varios meses a la Presidencia Colegiada
Dice que en el caso de “La Estafa Maestra”, el proceso de investigación ha seguido su curso y dependerá de las instancias correspondientes que se finque alguna responsabilidad
En 2016 la Universidad compró papelería y arrendó computadoras a 2 empresas cuyos giros de negocios no abarcaban la venta de estos productos
El Sistema Anticorrupción de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) estará conformado por un Consejo Ciudadano cuyos miembros serán representantes de las cámaras de comercio o empresariales, de asociaciones civiles sin fines de lucro, de colegios de profesionistas y de padres de familia, y tendrá la facultad de vigilar el ejercicio de los recursos que ingresen a la institución.
De esa forma, el sistema estará conformado por el presidente del Consejo Ciudadano, el presidente de la Comisión de Honor y Justicia del Consejo Universitario, el secretario general de la UAZ, el presidente del tribunal universitario, el Contralor Interno de la UAZ, el presidente de la Defensoría Universitaria y un responsable de área académica.
Antonio Guzmán Fernández, Rector de la UAZ, informó que la propuesta de creación del Sistema Anticorrupción fue entregado hace varios meses a la Presidencia Colegiada del Consejo Universitario, mismo que deberá presentarlo en el pleno del máximo órgano de gobierno en una sesión próxima.
“La propuesta ya está en el Consejo, es cuestión de que se dictamine y se conforme con 8 personas de la sociedad civil, cámaras empresariales, colegios de profesionistas y padres de familia”, indicó.
Expuso que los integrantes del Sistema Anticorrupción tendrán acceso a toda la información administrativa y financiera de la Universidad, a fin de dar seguimiento al ejercicio de los recursos que ingresen a la institución y a cada una de sus unidades académicas.
Guzmán Fernández comentó que en las últimas auditorías la UAZ ha resultado sin observaciones y el 100 por ciento del subsidio que recibe la institución se destina a nómina de personal y, como se sabe, es insuficiente.
En el caso de “La Estafa Maestra”, en el que estuvo involucrado Edmundo Guerrero Sifuentes mientras ocupó la dirección de la Unidad Académica de Contaduría y Administración, el Rector dijo que el proceso de investigación ha seguido su curso y dependerá de las instancias correspondientes que se finque alguna responsabilidad.
En efecto, “La Estafa Maestra” será uno de los casos que deberá revisar el Sistema Anticorrupción Universitario en el momento en que sea aprobado, así como compras y adquisiciones realizadas a empresas “fantasma”.
En 2016, la UAZ compró papelería, insumos de computación, impresiones y arrendó equipos de cómputo a dos empresas cuyos giros de negocios no abarcaban la venta de estos productos y cuyos domicilios fiscales no fueron localizados.
En ocho meses las compañías Comercializadora Osemun, domiciliada en el Distrito Federal, y Sistema Editor Láser, ubicada en la ciudad de Puebla, ganaron 18 procesos de “adjudicación directa previa de 3 cotizaciones” por un monto global de 4 millones 465 mil 964.37 pesos.
Este recurso formaba parte de una bolsa de 90 millones de pesos que se deriva de dos contratos firmados por la Máxima Casa de Estudios, a través del Área de Proyectos Estratégicos coordinada por el propio Guerrero Sifuentes, con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) federal y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
Otro caso que está pendiente de resolver, pues no derivó en ningún tipo de sanción, es el sobreprecio en algunas obras realizadas al interior de la Unidad Académica de Contaduría y Administración.
Durante la administración del propio Guerrero Sifuentes, se infló hasta en 216 por ciento el costo de algunas de las obras realizadas al interior de ese plantel, entre ellas el gimnasio, la cafetería y el edificio de la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Contaduría y Administración (Anfeca).
El gimnasio, por ejemplo, tuvo un costo de 13 millones de pesos, según informó en su momento el ex director Guerrero Sifuentes, de los cuales uno fue aportado por Rectoría. No obstante, el avalúo arrojó un precio estimado de 2 millones 430 mil pesos, únicamente para la obra física.
A fin de añadir a esta cantidad la inversión realizada en el equipamiento, La Jornada Zacatecas solicitó una cotización de los aparatos a la empresa BH, con sede en San Luis Potosí, y este fue de un millón 681 mil pesos. Aún sumando esta cantidad, la cifra muestra una gran disparidad respecto al costo oficial.
