La Gualdra 346 / Río de palabras
¡Ay, oiga! No me diga en la oreja un chorro de palabritas enmieladas. ¡Ay, oiga! No me encante con su miradita brillosa de galán con el bigote engominado y alacranado. ¡Ay, oiga! A poco se está relamiendo los labios y anda con la creencia de que esta noche voy a ser su almohada. ¡Ay, oiga! ¡Estese quieto! Nomás falta que me cante Amorcito corazón con todo y el chiflidito. ¡Ay, oiga! Ya no esté haciendo tanta ridiculez. ¡Ay, oiga! ¿a poco me cree tan bruta? Sólo le deigo que sonsa no soy. ¡Ay, oiga! No me pellizque. ¡Sácale! ¡Fúchila! Con su aliento tequilero y noqueador… ¡Guácala! ¡Ay, oiga!