Las diferentes manifestaciones de la cultura popular, son fiel reflejo del pasado y presente del entorno social que las produce. De las más diversas maneras, pero sin perder los rasgos que les dan identidad, la comida típica, las fiestas, la música o la religiosidad, comunican y hacen presentes las condiciones materiales, sociales e históricas que han conformado la idiosincrasia y cosmovisión de sus creadores.
En el caso de la artesanía zacatecana contemporánea, los elementos identitarios que la definen y a la vez la distinguen de las producidas en otras partes del país, derivan en buena medida de factores como los siguientes:
Una matriz cultural predominantemente mestiza (con la excepción del Arte Wixárica), con una presencia de elementos indígenas menor a la observada en las artesanías del centro y sur del país. Esto se percibe con claridad en aspectos como el predominio del telar de pedal (herencia española) en los procesos textiles; la estética de la arracada jerezana o la influencia de la charrería en los productos de talabartería.
La memoria de procesos históricos como la época colonial y su arte barroco, la bonanza minera y la Revolución Mexicana, que contribuye con una parte importante de la temática e iconografía que los artesanos incorporan en su producción.
En el rubro de las condiciones naturales, el clima semiárido, predominante en la mayor parte de la entidad y que condiciona la diversidad y el volumen de disponibilidad de materias primas de origen vegetal y animal. De igual forma, se cuenta con importantes fuentes de recursos minerales de alta calidad, como son los bancos de cantera, piedra volcánica, ónix o barro cerámico. Las limitantes naturales con el tiempo han disminuido en importancia, dada la creciente disponibilidad de insumos tanto naturales como semiprocesados o industriales, provenientes de fuera del estado.
Actualmente, según datos del padrón de la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal y de acuerdo al padrón actualizado al mes de julio de 2018, el sector artesanal está conformado por poco más de dos mil personas, de las cuales más el 47% son mujeres, ubicándose como uno de los de mayor presencia femenina.
La producción artesanal zacatecana presenta las siguientes características:
El predominio de la microempresa. La mayoría de las ramas está integrada por talleres de tres integrantes o menos, muchas de las veces de índole familiar y con una presencia marginal o nula de trabajo asalariado (con algunas excepciones como la joyería). La pequeña y mediana empresa están prácticamente ausentes.
El envejecimiento paulatino del artesanado, con una edad promedio que supera los cuarenta años.
La diversidad del sector, compuesto por 13 ramas de actividad artesanal, dentro de las cuales por su importancia económica destacan giros como la joyería de plata, el labrado de cantera, los textiles, la cerámica y la talabartería.
El perfil urbano de la mayoría de las ramas, donde los municipios de Zacatecas, Guadalupe, Fresnillo, Tabasco, Villa García y Jerez concentran más de la mitad del padrón artesanal.
La alta heterogeneidad de los giros productivos. Encontramos lo mismo ramas relativamente tecnificadas como es la joyería y la talabartería, que otras donde todo el proceso es prácticamente manual y con uso de pocos implementos, como el tallado en piedra volcánica y el trabajo con fibras naturales.
Si bien se tiene una constante actividad exportadora y de comercialización hacia otras regiones del país, la mayor parte de la producción se destina a su venta en el propio estado, donde los visitantes nacionales y extranjeros i constituyen uno de los principales segmentos de consumo de artesanía zacatecana.
Cabe señalar que el perfil de la artesanía zacatecana no es estático, sino que se está modificando conforme el actual entorno de competencia económica global incentiva una respuesta de adaptación y transformación de los talleres y sus procesos productivos. ■
*Centro de Investigación y Experimentación
en Arte Popular de Zacatecas (CIEAPZ)
