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viernes, 29 marzo, 2024
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De la condición humana y otros menesteres

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Por: MIGUEL ÁNGEL AGUILAR •

Cuando en 1549 el aguerrido español Bernandino Álvarez sentó plaza de soldado tomando parte en la feroz guerra chichimeca en Zacatecas y otras regiones norteñas, intuía en sus quehaceres que “algo feroz y humano habría de acontecer” en su vida y en la de los demás.
El deseo de aventura y el afán de ostentar una personalidad brillante.
De regreso en la ciudad de México fue capitán de una pandilla que se dedicó al juego de cartas y naipes y asuntos prohibidos por lo que tropezó con la justicia y condenado a trabajos forzados a servir en las flotas que navegaban buscando nuevos descubrimientos en los aciagos mares de Filipinas y de China y de Japón y que salían desde el populoso puerto de Acapulco y en donde supo conquistar a una mujer que lo ayudó a escapar.
De inmediato la justicia lo reclamó para ingresar a su flota buscándolo por todos los lugares posibles mientras que astutamente él navegaba libremente hacia las portentosas tierras del Perú y en donde a lo largo de 25 años hizo una fortuna de incalculables proporciones.
De regreso a México ideó vivir como gran señor e invitó a su señora Madre a que viniese a compartir su riqueza y ella se negó arguyéndole que los sus bienes eran pasajeros y lo exhortó a emplear su fortuna al servicio de los demás.
Dicen que fue un impacto certero en su corazón que cambió el rumbo de su vida.
Durante diez años y vistiendo “un burdo sayal” pasó a servir los enfermos en el Hospital de la Limpia Concepción como el mas humilde enfermero y le hería la condición de los viejos, locos y convalecientes pobres cuyas condiciones eran dolorosas: no había asilos de ancianos y vivían de la caridad pública, los dementes deambulaban siendo objetos de la burla y maldad de la gente y los furiosos eran recluidos en las cárceles publicas y sufrían sin merecerlo, el castigo de los criminales.
Algo cambió para bien la suerte de los demás y la de él mismo.
Así sucede algo parecido en el desastroso panorama nacional en donde más de 120 candidatos a elección popular han sido arteramente asesinados para vergüenza de México y la humanidad entera. Un sentimiento nuevo arranca desde las entrañas de una patria nueva en la condición humana y sus menesteres.
Es real.
Cultivémosla en redes fraternales y astucias y arribar a la cuarta transformación. ■

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