14.8 C
Zacatecas
sábado, 20 abril, 2024
spot_img

‘You were never really here’. La importancia del héroe solitario

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ADOLFO NÚÑEZ J. •

La Gualdra 343 / Cine

- Publicidad -

En la ciudad de Nueva York moderna conocemos a Joe (Joaquin Phoenix) un ex miembro de la Marina de Estados Unidos que vive con su madre, con la cual mantiene una relación muy estrecha y profunda. Cuando no está cuidando a su madre, Joe se dedica a rescatar a niños y niñas que están atrapados en redes de trata de personas y que son sometidos a la explotación sexual. Dicha actividad la lleva a cabo por debajo de la ley, lo que le permite utilizar el método y la violencia que considere necesarios para lograr su objetivo.

Joe es contratado para rescatar a Nina (Ekaterina Samsonov) la hija adolescente de un político importante que está atrapada en un burdel ubicado en un elegante edificio. Sin embargo, el trabajo no funciona según lo planeado, y Joe se encuentra en una difícil posición y en un estado de confusión sobre qué medidas tomar.

En You were never really here, la más reciente cinta de Lynne Ramsay (We need to talk about Kevin) la directora busca reinventar el género de novela negra haciendo una iteración de sus elementos medulares a través de una narración impresionista que ahonda en la psique torturada de su protagonista y su pasado tormentoso, el cual es presentado a través de imágenes fugaces y flashbacks, y que lo hacen reaccionar de modo alterado, con pánico y malestar.

Al igual que en su cinta anterior, Ramsay bordea con sumo detalle y expresividad visual una de las principales preocupaciones de la naturaleza humana: su mortalidad, cuya inquietud es acrecentada al mostrar cómo las cicatrices del pasado afectan constantemente la misma existencia del ser humano. Para subrayar dichos desesperación, el músico Jonny Greenwood compone una banda sonora hipnotizadora para la cinta, con ritmos monótonos, angustiosas cuerdas y perturbadores sintetizadores.

Somos testigos de la búsqueda de redención por parte del protagonista, a través del cuidado y cariño que da a su madre, pero particularmente en la ejecución de su trabajo, el cual lleva a cabo de manera fría y despiadada, pero donde finalmente encuentra un sentido del deber, que pone a prueba sus límites al posicionarlo frente a lo peor que la humanidad tiene para ofrecer. De tal manera, el personaje de Nina juega un papel de suma importancia para Joe al representar su principal vía de salvación, como si fuera la única razón que lo impulsa a nadar a la superficie cuando está a punto de ahogarse.

En esta introspección se vuelven claras las reminiscencias al cine de criminales y corrupción de los años 70, en específico a la magistral Taxi Driver (1976) de Martin Scorsese. Aquí, al igual que en el Travis Bickle de Robert de Niro, encontramos a un protagonista cuyo rostro es absorbido en el reflejo de un parabrisas, en un intento por dejar su pasado atrás pero siendo arrastrado de manera constante al mismo sitio. En dicho proceso la directora Lynn Ramsay no nos da un instante para reaccionar, y en esta reiteración a lugares familiares y lo que se siente como la misma historia es donde encontramos la vitalidad y la importancia del héroe solitario en el cine.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -