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sábado, 20 abril, 2024
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La Orquesta Típica del Ayuntamiento de Zacatecas. Patrimonio Inmaterial del Estado

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Por: Magdalena Okhuysen •

La Gualdra 343 / Patrimonio / Música

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El jueves 14 de junio de 2018, la Orquesta Típica fue declarada Patrimonio Inmaterial del Estado por unanimidad en sesión de la LXII Legislatura del Estado de Zacatecas. Por muchas razones merece La Típica este reconocimiento; la más significativa: sus veintisiete / XXVII / 27 años de trayectoria ininterrumpida, dedicados a la transmisión del patrimonio musical zacatecano en los espacios públicos del Municipio y de prácticamente todos los municipios de nuestro Estado. Esta trayectoria sería imposible si los músicos no hubieran sabido disfrutar, compartir y comunicarse con el público involucrado en cada una de sus presentaciones. El binomio Orquesta/Público es la nota fundamental de este nombramiento: un bien es valioso cuando así lo considera la colectividad que lo comparte y lo reconoce como algo propio; así le confiere carácter patrimonial. Esta es una ocasión para reconocer a los integrantes de la Orquesta y felicitarlos por haber sabido construir y mantener esta relación.

Sin embargo, para reconocer desde una dimensión más amplia el carácter patrimonial de La Típica, es importante tanto integrar como distinguir entre su trayectoria y su historia, es decir, su vinculación con la tradición de la que es al mismo tiempo heredera y transmisora.

La Orquesta Típica del Ayuntamiento de Zacatecas (OTAZ) es una agrupación que, desde que fue fundada en 1991 por el maestro Florentino Raygoza Meza, responde al propósito de preservar la música de cuerdas y de mantener su propia vinculación histórica con una tradición que le viene heredada desde finales del siglo XIX y manifiesta en su repertorio a través de una colección de piezas de diversas regiones y tradiciones, especialmente la del patrimonio musical zacatecano.

Las primeras Típicas surgen en el entorno zacatecano cuando los hermanos Carlos y Juan Curti, radicados por un tiempo en la ciudad, motivaron a Genaro Codina, Eliseo y Primitivo Calero a crear dos orquestas, una de varones y la Orquesta Típica Zacatecana de Señoritas, misma que, al mezclar sonoridad, cualidades musicales y la singularidad de un temprano y atípico fenómeno de participación casi exclusivamente femenina, muy innovador para el contexto social de la época, tuvo un éxito inusitado no solo en México sino también en el extranjero.

El antecedente histórico y social es relevante en lo que respecta al contexto cultural en general, y al musical en particular, pues Carlos Curti fundó la Orquesta Típica de la Ciudad de México el 1º de agosto de 1884, entre otros propósitos, para representar a nuestro país en la Feria del Algodón, celebrada en Nueva Orleans ese mismo año. Fue tan afortunada la fórmula de la Orquesta —basada en un atuendo “típico mexicano” y en una dotación que mezclaba instrumentos vernáculos con los que forman parte de las orquestas de música clásica de la tradición europea—, que la participación en la feria se extendió a una gira de dos años, después de los cuales Curti regresó a México y se instaló en Zacatecas, alrededor de 1886; fue entonces cuando conoció a Codina, a los hermanos Calero y a Fernando Villalpando. Tras la desintegración de la Orquesta Típica Zacatecana de Señoritas, el maestro Antonio de la Rosa tomó el famoso nombre de Orquesta Típica Zacatecana y, al frente de una nueva organización participó, desde 1902, en distintas veladas musicales. Es notable considerar que, pese a los disturbios revolucionarios, este grupo logró subsistir y figurar como uno de los favoritos en el gusto del público de Zacatecas.

De acuerdo con estos antecedentes de la otaz, cabe resaltar la participación en la Típica Zacatecana del maestro Félix González Hidalgo, quien ostentó el cargo de violín principal desde 1930. La Orquesta de Antonio de la Rosa —que ya para entonces llevaba el nombre de Orquesta Típica “Genaro Codina”— desapareció en 1950 y el maestro Félix González, mejor conocido como “Felitos”, conformó su propio conjunto, heredando a las nuevas generaciones el repertorio ancestral, así como una manera especial de aprender y enseñar la música, en virtud de que era invidente de nacimiento. Fue en el grupo “Los Felitos” o “De Felitos” donde, desde junio de 1954, el maestro Florentino Raygoza Meza participó como guitarrista, siendo el nuevo portador de esa vieja tradición aprendida de oído, guardada en la memoria y transmitida de generación en generación desde las postrimerías del siglo xix.

Tanto la música como el cúmulo de conocimientos desarrollados para tocar un instrumento y para transmitir los repertorios antiguos o las nuevas creaciones son parte del patrimonio inmaterial que se reproduce, reinventa y hereda generación tras generación. La historiadora Sonia Medrano Ruiz, investigadora de la Universidad Autónoma de Zacatecas, reúne en un estudio de campo un primer acercamiento para “sondear el impacto de la música como elemento vivo” en el que propone las bases de una metodología para “observar la participación ciudadana en el quehacer musical de Zacatecas”; gracias a su generosidad, y poniendo al servicio del proceso de declaratoria de la Orquesta el resultado de este y otros materiales de su investigación doctoral, es que tuvimos la solvencia para protocolizar y conformar en tiempo récord un expediente técnico de La Típica.

La Orquesta Típica está conformada por músicos tanto líricos como con formación académica, que han desarrollado habilidades en la ejecución técnica de al menos un instrumento, y cuya trayectoria los califica como preparados en y conocedores del repertorio de música típica, por supuesto, zacatecana, pero también de otras regiones del país. Dada la función músico–social de la OTAZ, la agrupación se orienta a ofrecer servicios culturales a diferentes tipos de público y dedica sus esfuerzos a preservar y transmitir la música de cuerdas y el patrimonio musical zacatecano. Previsto su carácter de agrupación encaminada a ser reconocida como Patrimonio Inmaterial del Estado, coordina también actividades que contemplan la protección, conservación y transmisión del patrimonio cultural zacatecano, especialmente el de su repertorio, además del método sui generis para transmitirlo; este método, basado en la oralidad y, como se mencionaba un poco antes, heredado del maestro Félix González Hidalgo, fue perfeccionado por el maestro Florentino Raygoza Meza para adaptarse a las necesidades específicas de la agrupación que fundó e hizo crecer entre 1991 y 2013. Es importante destacar aquí que la mayoría de los músicos que se incorporaron a la orquesta después de haber sido discípulos del maestro Raygoza Meza se formaron con ese método, el cual les representa una herramienta ahora en el ámbito profesional.

La OTAZ ofreció su primer concierto oficial el 20 de julio de 1991; en aquella ocasión, el entonces Gobernador del Estado, el Lic. Genaro Borrego presidió el acto protocolario que tuvo lugar en el Salón de Actos del Palacio de Gobierno para recibir a Jorge Antonio Serrano Elías, Presidente de Guatemala, quien visitó Zacatecas para formalizar el acto solemne del hermanamiento de las ciudades de Antigua y Zacatecas. La recepción tuvo lugar en los jardines del Museo Rafael Coronel, y fue enmarcada con la participación de la orquesta, formalizándose con este su primer servicio oficial. Desde entonces, la vocación y función social de la Típica se consolida con cada presentación, al ser nuestra agrupación receptáculo del patrimonio musical de cuatro o cinco generaciones y haberse dedicado, atendiendo la esencia de su conformación, al rescate de la música popular, tanto decimonónica como del siglo XX.

 La LXII Legislatura ha avalado ya el dictamen; ahora la Orquesta Típica del Ayuntamiento de Zacatecas es reconocida como Patrimonio Inmaterial del Estado; es importante favorecer el trabajo que se ha dado para consolidar el proceso y la declaratoria como Patrimonio Inmaterial del Estado con un proyecto integral que nos permita acercar la riqueza de la música zacatecana a la ciudadanía en general: es necesario fortalecer la dinámica de formación de nuevos públicos a través de los vínculos identitarios que las Típicas fomentan con sus repertorios, rasgo que se verá enfatizado y enriquecido con las sonoridades características de nuestra región, además de otras regiones y horizontes musicales, representadas en piezas que también forman parte de los activos intangibles de nuestra Orquesta; el maestro Florentino Raygoza Jr. lo resume muy bien con esta idea: “tocamos esta música para el gusto y la nostalgia de los que la conocen, y también para el conocimiento de las nuevas generaciones”.

Al proyecto de la Orquesta Típica se han sumado las voluntades de muchos actores dispuestos a sumar a su trascendencia; es especial esta ocasión para agradecer el acompañamiento de quienes ahora forman parte del Patronato de la OTAZ: las maestras Sonia Medrano Ruiz, Verónica Dávila Navarro y Aída Martínez, junto con los maestros Adolfo Benítez y Luis Félix Serrano; su disposición y vasta experiencia, sus relación profunda con el mundo del arte y de la música son fundamentales para ofrecer a la Orquesta la continuidad de un proyecto de largo aliento, más allá de los límites temporales de las administraciones municipales.

Precisamente la función músico–social de las Orquestas Típicas nos permitirá considerar la significativa sustancia de lo que se espera de un reconocimiento como bien patrimonial: no solamente garantizar la supervivencia de la agrupación, sino ofrecer nuevos escenarios, nuevas voluntades, nuevos vínculos para, sobre todo, estimular y promover el desarrollo cabal de su potencial como vehículo de transmisión de una tradición de intangible pero poderoso arraigo.

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