A casi dos semanas del final de las campañas políticas para la renovación del gobierno federal, de las cámaras de diputados y de senadores, y de autoridades estatales y municipales en todo el país, los temas álgidos de la contienda electoral son corrupción en los ámbitos gubernamentales, políticos y empresariales; impunidad e inseguridad, principalmente la derivada del crimen organizado.
Por ser estas las preocupaciones sociales más apremiantes, los aspirantes a los 18 mil cargos federales y estatales que están en disputa han enfocado sus discursos y propuestas a esos temas y poco se han referido concretamente a otros no menos importantes, entre ellos el Gobierno Abierto y la Planeación Prospectiva.
Ciertamente, pudieran parecer asuntos no tan relevantes como aquellos que tristemente son pan de cada día y tiñen de rojo las páginas informativas de los diarios y las pantallas de televisión.
Gobierno Abierto y Planeación Prospectiva son temas nada espectaculares, mas no por ello menos importantes y cuando tengan plena vigencia, propiciarán que nunca más México vuelva a enfrentar las calamidades que lo doblegan y desesperan.
Hoy esas estrategias, tan propias de las naciones avanzadas que ya ni reparan en ellas, son todavía extrañas a la mayoría de los mexicanos, pero debe saberse que sin ejercerlas no podrá arribarse a la deseada gobernanza, aquella en la que la administración pública tiene cercanía con sus gobernados, hay rendición de cuentas de autoridades y legisladores y existen eficaces mecanismos para frenar la corrupción y potenciar el desarrollo.
Ese acercamiento entre autoridades y ciudadanos debería ser punto central de las campañas electorales, porque solo mediante la unidad podrán remontarse los grandes problemas que asfixian a la nación. Peor aún, si se mantiene la actual lejanía, el descrédito y la desconfianza hacia los gobiernos, la nación podría encaminarse a situaciones de mayores peligros para su estabilidad y crecimiento económico y social.
La ilegalidad, la confrontación social, las desigualdades, las injusticias y el crecimiento de la delincuencia en todas sus vertientes podrían verdaderamente enseñorearse sobre el Estado y llevar al país a la ruina total.
Advertido de esa amenaza, el gobierno de Alejandro Tello Cristerna dispuso desde el primer día de su mandato estrategias encaminadas a convertir en realidad los postulados del Gobierno Abierto y a casi dos años de su administración esos empeños se mantienen y acrecientan mediante estructuras legales para fortalecer sus instituciones y acelerar los procesos que conduzcan a la sociedad a ser autor y partícipe de todas las decisiones que incumban a Zacatecas.
Así, Zacatecas procura que Gobierno Abierto sea la más depurada expresión de la democracia: un gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. Cuando esta ecuación democrática culmine, no existirá problema que no pueda ser abatido o superado conjuntamente por el binomio sociedad-gobierno.
Es por eso que quienes aspiran a cargos de elección popular, tanto en el ámbito nacional como en el estatal, deberían enfocar más sus propuestas a consolidar toda estrategia tendiente a acercar más a gobernados y gobernantes mediante acciones recíprocas y simultáneas.
No deberíamos esperar el surgimiento de sucesos trágicos como huracanes, sismos o cualquiera otra calamidad para unirnos y reconocernos como hermanos y compatriotas capaces de trabajar solidariamente en conjunto con los gobiernos.
Tampoco debemos esperar amenazas provenientes del exterior para invocar el nacionalismo y responder unidos ante acechanzas o agravios de gobernantes de otras naciones.
En cuanto a la Planeación Prospectiva, los candidatos no le dan la importancia debida a esa estrategia, que ni siquiera es novedosa, pero que en México, país que hasta ahora todavía se improvisa cada seis años, parece no cuajar.
Falta a nuestros actores políticos entender que México ya no es terreno para reinvenciones trianuales o sexenales, ocurrencias ni caprichos. Una sociedad crispada por el desencanto causado por políticos y gobiernos mediocres, incapaces y deshonestos exige nuevas actitudes y cambios profundos.
Lo urgente e inaplazable es que quien asuma la Presidencia de la República el próximo 1 de diciembre haga de su administración un Gobierno Abierto e incluya en todo su quehacer la Planeación Prospectiva. Sin la inclusión de estos dos componentes no podrá solucionarse ninguno de los peores problemas que sufren los mexicanos, y menos aquellos no resueltos desde hace decenios y que con el tiempo se han agravado hasta parecer irresolubles.
El difícil entorno en que está el país podría agravarse si las próximas administraciones nacionales y locales no entienden el llamado de la historia. México ya no está para improvisaciones.
*Titular de la Coordinación Estatal de Planeación
