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viernes, 29 marzo, 2024
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Nestora Salgado ante los politizados callejones retorcidos de la justicia mexicana

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Por: MARCO ANTONIO TORRES INGUANZO •

La Detención Arbitraria en México es una práctica más común de lo que podemos creer. Los casos que conocemos es, sobre todo, porque en algún momento intervinieron poderes políticos externos y tuvieron la posibilidad de incidir en la corrección del caso. Recuerdo el incidentede FloranceCassez que estuvo presa de 2007 a 2013, y vendida en los medios como una brutal secuestradora. Recordarán aquel montaje donde participó el noticiero de Carlos Loret donde se transmitió ‘un rescate en vivo’. El cual, gracias a reporteros inquietos se descubrió que fue ‘una repetición actuada’ para dicho programa de noticias. Una cosa sub-realista. Al final, después de pasar por los retorcidos callejones de la justicia mexicana, la cual estaba conducida por García Luna, la suprema corte liberó aFlorance través de un dictamen del ministro Saldivar y Olga Cordero. Fue clave la intervención del gobierno francés en la defensa de Florance. Igual en el caso de Nestora, su nacionalidad norteamericana jugó a su favor. Muchos otros mexicanos no tienen la fortuna de tener apoyos de este tipo, y son olvidados a su suerte. En estos casos se ha revelado la enorme importancia de respetar la presunción de inocencia y el llamado ‘debido proceso’. Los procedimientos tienen una finalidad fundamental: la garantía de un juicio confiable (verdadero); esto es, para evitar que se encarcele a un inocente.
Otra similitud de los casos que comentamos: son ejemplos de politización de la acción judicial. La politización elimina todo vestigio de objetividad. Lo que está en medio no es la verdad de los supuestos eventos criminales, sino los intereses políticos que se litigan. El litigio es entre facciones políticas. En este asunto, el PRI y su candidato a la presidencia acusó a Nestora(dos años después de su liberación) justo en el periodo alto de la campaña. Su acusación fue un acto de campaña, no un procedimiento legal para hacer justicia. Con el objetivo de bajar puntos en las encuestas al señor Obrador, pasan sobre las personas y su enorme sufrimiento. Para el poder las personas son bultos.
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, a través del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria, emite una opinión el 17 de diciembre de 2015, relativa a Nestora Salgado García. Es un gajo de 45 puntos donde describen la información recabada por la investigación de dicho grupo de trabajo, la deliberación sobre lo mismo, y la Decisión sobre el caso. Es imposible aquí reproducir lo grueso del documento, pero trascribiré dos puntos, el 26 y el 45:
“(26) la fuente sostiene que la Señora Salgado fue detenida por su trabajo contra la corrupción municipal y el crimen organizado. Fue detenida por elementos militares y agentes policiales estatales que no mostraron orden de detención alguna. Los captores no le informaron de las razones de su detención ni de los cargos formulados contra ella. Estuvo en situación de desaparecida durante días (…) (Decisión) (45) En consonancia con la opinión emitida, el Grupo de Trabajo pide al gobierno de México tomar las medidas necesarias para remediar la situación, liberando a la señora Salgado y proporcionándole una compensación apropiada”
Nestora es una indígena de Guerrero que se va a Estados Unidos a trabajar a inicios de los 90´s, adquiere la ciudadanía norteamericana y regresa a su pueblo en 2004. En 2012, con el amparo de la ley 701 del estado de Guerrero forman la policía comunitaria de Olinalá (su comunidad). La formación de las policías comunitarias es legal en ese estado, a diferencia de las policías de Tepalcatepec Michoacán. Lo interesante es que esas policías comunitarias disminuyen la tasa de criminalidad en un 90 por ciento. Nestora se enfrentó y detuvo a Armando Patrón, que en ese momento era Sindico municipal, por robar ganado, matar al dueño de los animales y tener lazos con los grupos del crimen organizado. Éste a su vez, la acusa de secuestro. Y así empieza toda su travesía en su detención que arriba mencionamos. Se ignora su ciudadanía norteamericana y se le asigna defensa en forma hasta un año después de su detención. Sería interesante documentar todos los casos del tipo, porque parece que hay patrones de comportamiento: un enlace entre poder político y crimen organizado como resorte de estas detenciones, se bloquea la intervención de los consulados, se desaparece a los detenidos varios días para hacerles firmar declaraciones, se les cambia de penal sin razón alguna y se pone a la prensa a legitimar la detención, sobre todo a través de un periodista que se convierte en un militante del caso, en el asunto de Florance fue Carlos Loret, y con Salgado es Ciro Gómez.
El hecho de que el señor Meade haya usado este caso para su campaña muestra que no tiene interés en la verdad y la justicia de los eventos aducidos. No tomó en cuenta las investigaciones y resoluciones de la ONU, ni las deliberaciones del caso en los juzgados que resolvieron su situación. Nada. Lo único importante es la necesidad de dar un golpe a su adversario político. Esa idea con la que inició su campaña, en el sentido de que era personalmente diferente (decente) a la manchada red política del señor Peña, ha quedado deshecha: Meade se comporta igual. Recorre sin problemas éticos los mismos retorcidos callejones de la justicia mexicana. ■

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