(6 CONCURSO DE CUENTO CORTO DE LJZ)
Había una vez una lagartija muy curiosa, más de lo normal, que se estremeció entre los rincones más oscuros de un viejo laboratorio olvidado; de repente, se remojó en un charco de ácido peligrosísimo, pues hacía mucho calor al pasear por aquel lugar tenebroso.
A la luz del sol radiante de aquel lugar, sus escamas brillaron de un color azul marino muy fuerte y con él adquirió poderes extraordinarios y empezó a merodear entre las rocas de esa región.
No muy lejos de ahí, un niño llamado Pepe andaba cazando lagartijas con su muy confiable resortera, cuando, de repente, vio moviéndose sigilosamente entre unas rocas a una lagartija de un color azul marino raro y extraordinario. Pero… no la mató, mejor la capturó, la alimentó y la cuidó como una mascota común y corriente.
Hasta que un día la lagartija, con sus superpoderes mutantes, le habló a su dueño Pepe, y le dijo: No te asustes, necesito de tu ayuda para regresar a la normalidad. Y le contó toda su historia.
Así que le dijo a Pepe que le tenía que prometer que no volvería a usar su resortera para cazar animales, y eso hizo.
FIN.
Autor: Alejandro Ibarra Cossío
Edad: 11 años
Escuela Primaria Beatriz González Ortega
Tejones, Valparaíso, Zacatecas